analisis de la sociedad argentina. parcial domiciliario

ANÁLISIS DE LA SOCIEDAD ARGENTINA.
Consigna 2.
La explosión hiperinflacionaria del año 1989, sumada a una situación fiscal desfavorable y la corrida de la moneda doméstica hacia el dólar, debilitaron gravemente el gobierno de Ricardo Alfonsín, quien presidía el país desde la recuperación de la Democracia en 1983. La salida precipitada del entonces Presidente Radical, allanó el camino hacia elpoder de Carlos Menem, gobernador Peronista de La Rioja, que había logrado imponerse en las elecciones internas de su partido ante Cafiero, y a partir de un discurso populista y promesas progresistas, se consagraba victorioso en el sufragio nacional de mayo de 1989. Una vez en el mando, el nuevo mandatario argentino sorprendía a propios y extraños con un abrupto viraje político que lo alejaban desu origen Peronista, y acompañado de un contexto liberal que dominaría América Latina durante la década del ´90, lanzaba una profunda reforma económica, desmantelando el poder Estatal y favoreciendo a través de la desregulación, la libertad de mercado. Es este año sin duda, un punto de inflexión en la Historia Argentina, ya que por primera vez la derecha nacional tiene un gobierno que ha logradoimponerse a través del voto popular, y que cambiará la matriz socio-económica existente.
De esta manera, tomando como referencia el texto de Torre y Gerchunof, se realizaron cambios estructurales en la economía nacional que apuntaban a reducir la inflación y el déficit fiscal, y tuvieron como ejes principales cuatro medidas : las privatizaciones, por las cuales fueron vendidas a un ritmovertiginoso las empresas estatales a grupos cercanos al Menemismo, los cuales además se vieron favorecidos por controlar ahora oligopólicamente ciertas ramas de alta rentabilidad del mercado, tales como el acero y la explotación petrolera, por parte de Techint y Pérez Companc, respectivamente; la liberalización comercial, con el fin de estabilizar una economía muy dañada, se liberaron casi totalmente lasimportaciones, alentando la entrada de capitales extranjeros, y causando un golpe terminal a la industria pequeña y mediana local; la reforma tributaria, que constó de concentrar la carga impositiva en los impuestos del valor agregado y las ganancias, eliminar las promociones favorables a las industrias regionales (en lo que se llamó ley de Emergencia Económica), y sancionar con mayor rigurosidadla evasión impositiva; y el Plan de Convertibilidad, a cargo del Ministro de Economía, Domingo Cavallo; que equiparó la moneda local al dólar en 1991, donde la emisión monetaria debía tener un correlato coherente con las reservas del Banco Central de la República Argentina, estabilizando de este modo los precios, pero agravando el proceso de endeudamiento nacional con entidades financierasinternacionales.
Rápidamente, el gobierno Menemista supo tejer alianzas con las clases dominantes, que se veían paradójicamente favorecidas por un líder “populista”, que en campaña recorría el país con consignas preocupantes a sus intereses, tales como “salariazo” y “revolución productiva”. Además de poseer el apoyo norteamericano, y de los grandes capitales transnacionales, el oficialismo contabatambién con el acompañamiento de la burguesía nacional, como apunta Etchemendy, de la mano de grupos económicos de enorme envergadura como Techint, quien fuera único licitante en la compra de Somisa en 1992, en condiciones denunciadas como irregulares por parte de otra firmas interesadas también en la industria del acero, y que le permitiera a la primera obtener monopolio de esta rama de producción;o el holding Pérez Companc, que en 1993, logró tras una subasta pública, hacerse de un fuerte paquete accionario de YPF, que lo catapultó al liderazgo del mercado petrolero nacional desplazando a importantes firmas extranjeras; de la Sociedad Rural Argentina (SRA), el sector tradicional por excelencia, que a pesar de los conflictos internos que le generaba entre sus propios afiliados la cercanía...