Analisis del cap 53 quijote

Universidad de Guadalajara
Licenciatura en Letras Hispánicas



Análisis del Quijote

Análisis del capítulo LIII de la segunda parte de Don Quijote de La Mancha.

Profesora: Joanna Magdalena Zeromska.

Velasco Rodríguez Carmen Lilián
Código: 207494963
5to semestre. Turno: vespertino
lilian15_p@hotmail.com

Guadalajara, Jalisco, noviembre 25 del 2009.

Capítulo LIII. Delfatigado fin y remate que tuvo el gobierno de Sancho Panza.

I. Ubicación
Está S. en su gobierno descontento porque no lo dejan comer, pero haciendo buenos y sensatos mandatos para sus insulanos.
Mientras D.Q quiere seguir su camino a Zaragoza, pues siente que ya no hace lo que a un caballero andante le corresponde, pide licencia a los duques y antes debe defender la honra de la hija de la dueñaDolorida.
Así como, por medio de cartas hay noticia de Teresa Panza, esposa de S., también de S. a D.Q en la respuesta a la primera carta que éste último le mando.
II. Resumen
1. El narrador con frases que hablan de lo transitorio de la vida, del error que es pensar que las cosas han de ser siempre como son, para ejemplificar con la misma presteza con que transcurre la vida, como es que elgobierno de S. se fue en sombra y humo.
2. Todo comienza, cuando S. está en la séptima noche de su gobierno y no habiendo comido y bebido a hartar, y con la pesadez en los párpados por el sueño, escucha campanas y voces; esto le hace pensar que la ínsula se hunde.
3. Se sienta en la cama y atento espera dar cuenta de qué causa el alboroto. No lo sabe. Lleno de temor y espanto, se levanta y sale ala puerta de sus aposentos. Ve venir por un corredor veinte personas hachas encendidas y espadas desenvainadas dando grandes voces.
4. Uno de los que corre le grita que han entrado infinitos enemigos a la ínsula y que sin su industria y su valor (de S.) están perdidos. Llegan hasta donde está S., atónito y embelesado por lo que está pasando.
5. Uno de ellos le dice a S. que se arme si noquiere perderse junto con la ínsula. S. que él no sabe de armas ni de socorros, que esas cosas son mejores para su señor D.Q, pues él en un movimiento acabaría con los enemigos.
6. Otro le dice que qué lentitud es esa, que se arme y salga a la plaza para guiarlos, pues es su derecho por ser el gobernador.
7. S. pide que lo armen. Los mozos le ponen dos paveses tan bien liados de modo que no puededar ni un paso. Ellos le piden que camine y sea su norte. S. responde que no puede y que de lo único que servirá será de muralla. Los mozos insisten en que deje el miedo y acaben de una vez con los enemigos.
8. El pobre S. prueba moverse. Cae al suelo. Los mismos mozos, viéndolo en el suelo, apagan las antorchas y cambian la voz, para darle infinitas cuchilladas. S. se encoge dentro de los pavesesencomendándose a Dios para que le saque del peligro. Unos caen, otros tropiezan en él y con grandes voces dicen cómo defenderse del enemigo. S. tirado en el suelo dice para sí, que se pierda la ínsula o me muera, pero que se acabe esta angustia que vivo. S. es escuchado por Dios y así sucede, su angustia termina.
9. Los insulanos gritan “victoria”. Piden a S. que se levante, dolorido lo hace ypuesto en pie dice que no quiere repartir despojos de enemigos, sino una copa de vino y enjuagarse el sudor.
10. Lo limpian, le quitan los paveses, se sienta en su lecho y se desmaya. A los de la burla les pesa habérsela hecho tan pesada. S. vuelve en sí, y pregunta qué hora es, le responden que casi amanece. Comienza a vestirse, despacio por lo molido que está; se va a la caballeriza; abraza ybesa a su rucio, con lágrimas en los ojos le dice que cuando andaban juntos y no tenía otros pensamientos más que sustentar su corpezuelo, era feliz, pero después que lo dejó y se hizo ambicioso así como soberbio, en alma le entraron miserias, trabajos y desasosiegos. Diciendo esto, sube al rucio.
11. Dirigiéndose al secretario, al maestresala y a Pedro Recio (el doctor), dice que va a buscar...