ANALISIS ENVIDIA 11 1
La envidia según dante se encuentra en el “Purgatorio”, es
“
amor por los bienes
propios y ajenos, el deseo de privar a otros de ello”
,
en otras palabras, personas
que deseaban los bienes de los demás o que querían hacer mejores cosas pero al
ver que no podían conseguirlo, hacían lo imposible para arruinar al poseedor del
bien, gozando al generar sufrimiento. Citando a Dante
" En el Purgatorio, el
castigo para los envidiosos era el de coser sus ojos, porque habían recibido placer
al ver a otros caer”. dice que iban como ciegos apoyados el uno en el otro y
llorando tantas lágrimas que bañaban con ellas sus mejillas.
Como se evidencia en el segundo círculo del purgatorio, Dante y Virgilio suben a
esa escala observando ahí la purificación de las almas envidiosas, pero las
cuerdas del azote son, en realidad, movidas por el amor. Estas almas se
encontraban sentadas, apoyándose todas a lo largo de una roca, videntes
huyendo de las orillas de un gran precipicio. En general todas las almas estuvieron
de acuerdo en que la envidia consumió sus vidas, al sentir júbilo ante el
sufrimiento del otro y ver su decadencia y derrota, sentir felicidad del mal ajeno,
algo que tenían en común todas aquellas almas.
“Benditos los misericordiosos”
El amor fraternal, el amor hacia los demás es la mayor cura para la envidia, Dante
escucha a los ángeles invisibles dando mensajes de amor al prójimo, mientras vuelan por toda la oscuridad del espacio ocupado por los envidiosos.
La envidia ha sido definida y nombrada por muchas mentes brillantes a lo largo de
la historia humana. Se interpreta de dos maneras, la primera como la tristeza
airada o el disgusto profundo del bien ajeno, y la segunda como el deseo por lo que el otro posee o la emulación de este. Un antónimo justo sería la nobleza.
La encontramos expresada de dos formas muy concretas, será “sana” cuando se
exprese sin ningún tipo de rencor, anhelando algún día poseer los mismos bienes,
o “mala” cuando se ambiciona sin ningún tipo de esperanza queriendo que le vaya
cada vez peor a la otra persona, en otras palabras sentir resentimiento
.
La envidia
es el motor de los actos más bajos adoptados por el hombre: la avaricia ilícita, la
sátira, la injuria, la calumnia, la compasión fingida y (la más peligrosa) la falsa
adulación.
Sufrida por aquel que es inferior al otro, ya que siempre se deseara lo que no
posee, pudiendo ser por bienes materiales o ciertas cualidades y virtudes.
“La
envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual”
aquella persona que envidia no es capaz de ver sus propias virtudes. Cuando una
persona se obsesiona y deja de vivir por estar pendiente de la vida, en este caso,
de su enemigo o adversario, de su entorno, sus triunfos y se ofende por sus
éxitos, podemos decir que esa persona está enferma. Generalmente el envidioso siempre negará sentirse así, a él mismo y a terceros.
En el catolicismo la envidia es uno de los siete pecados capitales: el envidioso
desea tener algo a costa de la decadencia del otro, privarlo de una posesión,
generando en la persona infelicidad y dolor, por eso Dante les tapaba los ojos a
los envidiosos porque ya habían visto sufrir y era hora de que ellos pagaran por su
pecado.
En el siglo XIII (cuando fue escrita la obra) Italia pasaba por un momento de
cambios sociales, lo más notable fue el cambio de pensamiento religioso (que
empezó por este libro) del teocentrismo al antropocentrismo. Las desigualdades
sociales, que ya veíamos, en un sistema Feudal son ahora la separación entre
nobleza, ...
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