Analisis Psicologicos
EGOLATRÍA
Guillermo Rendueles Olmedo
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Capítulo 1 El DSM III. Una clasificación psiquiátrica postmoderna
El sujeto clásico, el “yo pienso” cartesiano y el “yo siento” de Pascal que cimentaban la confianza en la capacidad individual para conocer el mundo interno y actuar voluntariamente sobre la realidad, parece hoy un supuesto anticuado tras la deconstrucción que realizó lacrítica estructuralista. Tampoco queda mucho de aquel sujeto nominador que construía el sentido del mundo. Hoy resulta difícil no percibir cierto aroma megalomaniaco en la reivindicación que hacía Juan Ramón Jiménez de su “poder de nombradía”, una autoridad que le permitía afirmarse creador del creador del mundo. En “El nombre conseguido de los nombres” dice: “Si yo, por ti, he creado un mundo para ti,dios, tú tenías seguro que venir a él”1. Lyotard, caracteriza la postmodernidad como una época que niega al sujeto cualquier propiedad sobre el lenguaje, cualquier capacidad de usarlo con fines propios. El hombre ha dejado de ser el dueño de la comunicación. Los hombres “no tienen otra identidad que la que les es atribuida por la situación que se les creó en el universo de los enunciados”2. Estacrítica ideológica no hace sino levantar acta de la segunda muerte de lo que López Petit ha llamado el “nosotros emancipatorio”, la disolución de cualquier metarrelato en el que fundar la acción comunitaria. Si la modernidad fue la era del individualismo, de la afirmación de la eficacia de la lógica del provecho y el cinismo como medio para regular la vida colectiva, el “nosotros” postindustrialha terminado por fragmentarse hasta convertirse en un yo múltiple, una identidad que se ha forjado a través de un proceso en el que el “sujeto adaptado a lo real” se ha ido mimetizando con las discontinuidades del trabajo precario. Las consultas psiquiátricas fueron –en algunos aspectos siguen siendo– el ultimo refugio de un concepto fuerte de sujeto. El diálogo clínico sólo puede articularse bajoel supuesto de la comunicación entre dos yoes autoconscientes, dotados de una motivación
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El poema pertenece a Animal de fondo, también aparece citado en Ángel Gonzalez, Juan Ramón Jiménez, Gijón: Júcar, 1978, p. 187. Este endiosamiento poético contrasta con la profunda dependencia que sentía Jiménez hacia distintas figuras de apoyo y que, como señala E. González Duro le llevó incluso a viviren casa de su psiquiatra durante una temporada (cf., Historia de la locura en España, vol. III, Madrid: Temas de hoy, 1995). 2 F. Lyotard, La diferencia, Barcelona: Gedisa, 1988, p. 35.
3 singular que genera una relación de ayuda. El mundo y el lenguaje psicopatológico sólo es posible en el espacio que genera la interacción de unos individuos que comparten su convencimiento en la evidencia desu yo. Precisamente, la psicopatología define la psicosis como una disolución de los límites del yo que se percibe como una pérdida tanto de la propiedad de los pensamientos cuanto del control de la intencionalidad de la conducta. Es decir, alguien empieza a enloquecer cuando duda que le pertenezcan sus propios pensamientos o afirma la capacidad de algún poder humano o maquinal para adivinar odirigir sus pensamientos y actos. Si al mirarnos al espejo tenemos una sensación de extrañeza frente a la imagen que vemos, estamos sufriendo una vivencia de la difusión del yo claramente psicótica. Si no puedo dominar mis actos a voluntad (debo tocar seis veces en la puerta), no logro reclamar la propiedad de las mismas (una maquina me obliga a actuar de este modo) o sigo dudando de si he cerradola puerta a pesar de haberlo comprobado siete veces, entonces padezco un trastorno mental severo. Freud fue el primer psiquiatra que atacó el estatus del sujeto como instancia dotada de conocimientos, poderes y deberes. Con su tesis acerca de la sobredeterminación inconsciente de la conducta voluntaria se inicia la desposesión del sujeto dueño de la totalidad de lo que hace o piensa: la...
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