AnaLydiaVega Pulseandoconeldifcil

Páginas: 12 (2853 palabras) Publicado: 21 de noviembre de 2015
Pulseando con el difícil, Ana Lydia Vega
A mis amigos niuyorricans, a los alumnos y ex-alumnos boricuas de las academias americanas.

I. PRIMER ROUND
En 1952, ondeó oficialmente la monoestrellada por primera vez en cielo boricua. Bien acompañadita,
claro está, por la inevitable Old Glory, mejor conocida en estos lares criollos como la pecosa. Supongo
que fueron los independe-ntistas los que, enjusta revancha por su presencia non grata, le endilgaron
tan infamante apodo a la bandera americana.
Ese también fue el año de mi ingreso a la escuela. Como muchos matrimonioss procedentes de “la isla”
y recién agregados, con mucho esfuerzo, a la in-cipiente clase media urbana de Santurce, mis padres
hicieron mil malabarismos económicos para mandar a sus hijas a un colegio católico de monjas U.S.number one. No se trataba tanto de evangelizamos en la fe del Cardenal Aponte —mi padre era masón
y decididamente anticlerical— como de poner -en el buen camino de la promoción social vía el
aprendizaje religioso del inglés. Así pues, un buen día me encontré, más pasmada que triste, sentadita
en un salón de clases con mi uniforme verde trébol, mi blusita blanca y mis recién brilladitos zapatitosmarrón.
Las monjas, que eran en su mayoría de origen irlandés, se tiraron de pecho ingrata tarea de convertimos
en buenos americanitos. Cada mañana cantábaamos el oseicanyusí y jurábamos la bandera gringa con
todo y mano en el pecho. El inglés era, por supuesto, la lengua de estudios en todas las clases menos la
de español. Hasta para ir al baño había que pedir permiso en inglés. Muchos fuimos losque tuvimos que
mojar el pupitre por no atrevernos a formu-lar o pronunciar goletamente el complicado santo y seña del
acceso a los meatorios. No resulta entonces sorprendente que desde los cinco añitos comen-zara para
nosotros, los niños mimados del ELA, una conflictiva y apasionada love/hate relationship con el idioma
que nuestro pueblo, entre temeroso y reverente, ha apellidado “el difícil’.
Yapara tercer grado nos tenían entendiendo los mandatos pavlovianos de las monjas y mascando mal
que bien el basic English para sobrevivir en la jungla escolar. Los libros de texto importados y las
actitudes transmitidas por las maestras-misioneras creaban en nuestras cabecitas un mundo alterno,
com-pletamente distinto del que conocíamos y vivíamos en nuestros hogares. Mientras en la calle Feriapapá improvisaba décimas y nos prohibía llamarle ‘papi’, relegando el cariñoso apelativo al rango de
indeseable anglicismo, en la escuela era anatema, aún en pleno tranque, recurrir al español para
ex-presar alguna idea escurridiza. Poco a poco se iba consolidando la visión del inglés como lengua de
cachet, de progreso y de modernidad mientras el espa-ñol quedaba reducido a la esfera de lo anticuado,de lo doméstico. En inglés era todo el vocabulario técnico, científico y literario que incorporábamos para
nombrar los más diversos aspectos del conocimiento. Recuerdo que cuando llegué a la Universidad de
Puerto Rico tenía a menudo que precipitarme urgentemente sobre el diccionario en busca de términos
matemáticos, nombres de personajes históricos o de países “exóticos” que no sabía decir enespañol.

Dra. Marisa Franco-Steeves

Materiales Español UPR

1

Las lagunas léxicas, aunque incomodantes, no eran lo más grave del caso. Para eso, después de todo,
estaba el Velázquez revisado. Lo más insidioso de todo resultaba ser la doble escala de valores que nos
habían infiltrado sutil-mente en el sistema circulatorio. Estábamos absolutamente convencidos de que el
inglés nos daba acceso, comodiría Almodóvar, a las grandes conquistas del mundo occidental. El
español, por otra parte, nos ataba irremediablemente al atraso, al subdesarrollo, a la vulgaridad. Era una
íntima convicción, como la de que Dios existe, que no se cuestionaba, que ni siquiera se ponía en
palabras. El mal gusto de aquellas santas mujeres que tenían a cargo nuestra domesti-cación jamás llegó
tan lejos como para...
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