Aquiles le presta a su amigo Patroclo que le suplicaba y pedía ayuda, sus propias armas y tropas para salir a combatir bajo la condición de que se contentase con rechazar alos troyanos de las naves y no se expusiese a mayores peligros (1-100). Debilitado ya el mismo Ayax, no pudo impedir que se pusiese fuego a la nave (101-123). Visto lo cualAquiles, llama a su amigo a las armas, prepara las filas de los suyos, les habla y hechas las libaciones y las preces los despide (124-256). De pronto, habiendo visto el jefede los mirmidones, aterrorizados a los enemigos, el engaño de la figura de Aquiles, libra del ataque a la nave y apaga el incendio (257-303). Comienza de nuevo la batalla ya los que huian cegados por el pavor, los persigue sobre la trinchera y aun a campo abierto (306-418). Enseguida, Glauco mata a Sarpedón, hijo de Zeus, habiendo quedado asivengadas las matanzas (419-507). Éste juntamente con Héctor y otros de los en terrible combate con los aqueos que arrastraban los despojos, les quita el cuerpo de Sarpedón.Apolo ve esto y por mandato de Zeus es lavado el cuerpo y ungido y llevado a Licia por sus amigos (508-683). Por aquel tenor de los acontecimientos el feroz Patroclo persigue alos troyanos hasta la ciudad, sube a su muralla pero es apartado de aquel lugar por el dios (684-711); sin embargo, resiste de nuevo a Héctor que irrumpe lleno de fuerza,mata a su auriga Cebrión y se lleva el cadáver después de haberlo despojado (712-782). Finalmente mata a muchos de la masa de soldados hasta que Eufrobio lo hiere, aterrorizadoél mismo por la fuerza de Apolo y despojado de sus armas; Héctor le da muerte e insta a Automedonte a encaminar el carro de Aquiles llevándolo junto a las naves (783-867).
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