android
O dar se acercó a la base del domo y apoyó sus cuatro dedos sobre el cristal. La forma de medio balón del domo y el cristal súper resistente con que estaba construido,protegía a su especie de la devastación que sufría suplaneta.
Fuera el cielo estaba siempre gris, y en el suelo se desparramaban los restos medio carbonizados de la exuberante vegetación que cubriera elplaneta. Odar observaba aquella devastación con sus grandes ojos grises. Con las manos apoyadas en el cristal, recorrió con la vista el paisaje humeante y desolado que dominaba todo. Cerca del domoandaban algunos “lifacs“, unos animales de cuerpo aplanado y cubierto por una gruesa caparazón escamada; una de las pocas especies que aún sobrevivían.
De repente los “lifacs” corrieron hacia suscuevas. Algunos meteoritos comenzaron a caer sobre la superficie; primero de forma aislada. En donde caían levantaban cenizas o creaban un pequeño incendio. Algunos daban en el domo y se partían enpequeños trozos encendidos que resbalaban por el cristal. El estrépito de la lluvia mortal se fue intensificando. El cielo gris se llenó de líneas de fuego humeantes. Los meteoritos impactaban por todoslados, levantando ceniza y oscureciendo el paisaje, haciendo que resaltaran las líneas de fuego que descendían con mortal rapidez desde el cielo.
El domo en el que estaba Odar era uno de los cientosde refugios que había en el planeta, y en cada uno había miles de extraterrestres. Y ante la lluvia incandescente casi todos miraban hacia arriba; los pequeños se aferraban a sus madres, temerosos, ytodos esperaban que pasara, que no fuera peor que otras veces, pues el planeta estaba al límite.
De a poco la lluvia fue disminuyendo. Apenas caían algunos meteoritos cuando un general extraterrestrese acercó a Odar, y en su idioma le dijo:
- Comandante. Localizamos un planeta habitable. La especie dominante está bastante avanzada tecnológicamente, y son afectos a la guerra.
- Entonces no...
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