Andromaca y hector (Encuentro)
Héctor, saliendo presuroso de la casa, desanduvo el camino por las bien trazadas calles. Tan luego como, después de atravesar la gran ciudad, llegó a las puertasEsceas —por allí había de salir al campo—, corrió a su encuentro su rica esposa Andrómaca, hija del magnánimo Eetión, que vivía al pie del Placo en Tebas de Hipoplacia y era rey de los Cilicios.Hija deéste era pues, la esposa de Héctor, de broncínea armadura, que entonces le salió al camino. Acompañábale una doncella llevando en brazos al tierno infante, hijo amado de Héctor, hermoso como unaestrella, a quien su padre llamaba Escamandrio y los demás Astianacte, porque sólo por Héctor se salvaba Ilión. Vio el héroe al niño y sonrió silenciosamente. Andrómaca, llorosa, se detuvo a su vera, yasiéndole de la mano, le dijo:
Andrómaca: - Héctor, amor mío, no vuelvas a la lucha, por favor. Si vas te enfrentarás a la muerte y ella te vencerá, nunca más volverás con nosotros y no quiero perderteporque para mí eres mi todo, no tengo padre, ni madre, ni hermanos, ahora que ya no estoy sola porque te encontré a ti y reemplazaste a todas esas personas que eran mi vida, te perderé a ti también.Héctor: - Pero la deshonra es peor que todo eso y tengo que ir a la batalla como un hombre y enfrentarme a Aquiles.Si no fuera a esa lucha sería más dolorosa la deshonra que que la muerte. Aunque sufra ymuera de pena por dejaros porque sois lo mas importante para mí. Y este es mi destino aunque mi vida termine para muy pronto y no pueda estar junto a vosotros. Pero si muero estaré en el Hadesesperándote. Temo que al morir yo no tardará mucho en caer Troya y nos reencontraremos en el Hades aunque sea un lugar horrible me dará igual porque estaré con vosotros.
Andrómaca: - De todos modos lamuerte de los troyanos y la caída de Troya está en manos del destino, nadie puede decidir su suerte y si tienes que luchar en esa batalla, hazlo, pero si te vas quiero que sepas que siempre vas a...
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