Anecdota de un viaje

ANÉCDOTA DE UN VIAJE:

Regularmente trato de viajar con mi familia cada año, porque es la única ocasión en que puedo compartir con ellos y ciertamente que hemos conocido varios lugares interesantes y acumulado recuerdos a través del tiempo.Quiero en esta ocasión compartir una anécdota que cuando la contamos a nuestros amigos, siempre nos emociona y nos hace reflexionar sobre loafortunados que podemos a veces ser.

La escena se desarrolló en noviembre de 2004. Ese año decidimos ir a esquiar a Colorado (nunca antes habíamos hecho eso), y de acuerdo a las escalas que nuestro vuelo de regreso tenía asignadas, teníamos que pasar a Houston, Texas. Esta ciudad tampoco la conocíamos y decidimos quedarnos por una semana mas para disfrutar el viaje un poco mas.

Lo másinteresante nos sucedió precisamente una noche. Una noche de esas que no se planifican y que de repente sale mejor que si se hubiera pensado en hacer cierta actividad. Mi hijo Byron Enrique nos propuso que quería ir al teatro y nosotros en Guatemala realmente no somos muy dados a este tipo de actividades ya que nos gusta mas el cine, ir a la playa, de compras, etc. Por lo que decidimos todos queera una muy buena idea para conocer de estas actividades culturales.

Consulté la guía telefónica y ubiqué el área de teatros de Houston. Tome el carro y manejé por las complicadas calles y autopistas de esa ciudad. Confieso que no llegué a la primera a mi destino, pero después de un par de vueltas consigo llegar al área de los teatros, busco un parqueo adecuado y sin saber que obra, showo espectáculo hibamos a presenciar comenzamos a subir a la superficie (el parqueo obviamente era subterráneo).

Cuando salimos al exterior, no me gustó el ambiente, por lo que decidí que nos cruzáramos la calle hacia el otro extremo y allí nos ocurrió lo que a continuación voy a relatar.

Mi esposa, mis tres hijos y yo fuimos al exterior del teatro y traté de averiguar de quetrataba el espectáculo. Por la foto de un pianista, me imagine que era algo musical cuando de repente se me aparece por atrás un señor de lentes con una gran sonrisa y me pregunta si necesitaba alguna información. Yo indagué si era un concierto de piano lo que hiban a ofrecer y él me indico que ciertamente que sí, pero a cargo de la orquesta sinfónica de Houston.

Seguidamente me preguntósi me gustaba la música clásica y yo le contesté que si pero que lamentablemente no veníamos adecuadamente vestidos para la ocasión (los señores hiban de esmoquin y las damas con sus largos vestidos de noche y joyas esplendorosas que podían lucir sin ningún temor). Nosotros como buenos turistas, hibamos de jeans, tenis y chumpas de alegres colores por lo que desentonábamos con el ambiente sobrio anuestro alrededor. El señor se sonrió y nos contestó que para escuchar música clásica el atuendo es lo de menos y seguidamente notó que éramos 5 personas, se dirigió a la taquilla y regresó con 5 tickects para ingresar al concierto que en unos quince minutos daría inicio.

Mi esposa me susurró que nos fuéramos porque no podíamos entrar al teatro en las fachas que hibamos y en esemomento yo también deseaba salir corriendo pero el señor se acercó, me entregó los tickets y me invitó a entrar. Hice el último intento por negarme y le repliqué que no podíamos aceptar su generosa invitación por las razones ya señaladas y que lo mas probable es que alguien adentro nos podría cuestionar nuestra presencia en el teatro. El señor gentilmente y siempre con su sonrisa amigable, sacó unatarjeta de presentación la cual me entregó y con voz firme me dijo: “si alguien le molesta, simplemente digale que yo se las regalé”. En la tarjeta estaba su nombre y su puesto: ¡era el Director en Jefe de Relaciones Publicas de la Orquesta Sinfónica de Houston!

No hubo mas remedio que entrar. Le agradecí su fina atención, me pregunto de donde éramos y le dije que de Guatemala y nos despidió...