ANEXO 2 EL NOVIAZGO Y LA CASTIDAD 2 1
TEMA NO.5
EL NOVIAZGO Y LA CASTIDAD
José Luis Soria
Es evidente que el noviazgo no es solo un tiempo que precede al matrimonio, sin que es sobre todo su preparación, su escuela, su premisa. En el noviazgo está la clave de tantas cosas, positivas y negativas, que condicionarán más tarde la vida matrimonial, en un sentido o en otro. Por lo que se refiere a la castidad también. Si unmatrimonio limpio es en buena parte fruto de un limpio noviazgo, podríamos igualmente decir que a un noviazgo turbio suele suceder un matrimonio sucio.
• Doctrina cristiana
Vivir castamente el noviazgo tiene una gran importancia, no sólo por la razón suprema de mantenerse en amistad con Dios, sino porque aun humanamente las faltas o los pecados en esta materia tienen una proyección que va másallá de la inmediata. Hay que considerar esas cosas también en lo que tienen de síntoma, de actitud de fondo ante Dios primero, pero al mismo tiempo ante uno mismo, ante la persona del otro, ante el mundo. Las faltas de delicadeza, los atentados más o menos velados al pudor, las familiaridades animalescas o los pecados de lujuria que tengan lugar en el noviazgo, si no se corrigen y adquieren cartade naturaleza, se proyectan y multiplican en el matrimonio, de un modo absolutizador y desbordante.
El noviazgo bien vivido constituye, en cambio, una garantía insospechadamente eficaz para el futuro. Es "una ocasión de ahondar en el afecto y en el conocimiento mutuo. Y como toda escuela de amor, ha de estar inspirado no por el afán de posesión, sino por el espíritu de entrega, de comprensión, derespeto, de delicadeza"(J. Escrivá de Balaguer, Conversaciones, Madrid, 1969, 3.. ed., n. 105).
Entender esa etapa frívolamente, a la ligera, como algo impuesto por la imposibilidad de contraer matrimonio en seguida, o verla como un medio oficioso de satisfacer la sensualidad mientras tanto, es equivocado y lleva a gravísimos errores, no solo morales.
No es este el lugar para exponer la teologíamoral en lo referente a la castidad, ni sus fundamentos.
Pero ante las afirmaciones de la Revelación, y ante todo lo que la Iglesia enseña en consecuencia-caben dos opuestas actitudes:
a) O se admite lo que la doctrina cristiana propone como norma moral, aunque se sea consciente de que no es fácil de vivir-por ejemplo, durante el noviazgo-, o no se sepa como llevarlo a la práctica en determinadoscasos.
b) O se rechaza en bloque esa doctrina, incluso cuando parece que solo se esta en desacuerdo con puntos concretos, tratando de reemplazarla-algunos dicen, mejorarla, ponerla al día con otras reglas de comportamiento van desde las opiniones personales sobre aspectos aparentemente circunscritos, hasta los dogmatismos totalitarios y anárquicos de la revolución sexual.
Si se sostiene unaopinión que en mayor o menor medida se reconozca en esta segunda actitud, lógicamente se discrepara de todo lo que diremos en adelante, pero con pena hemos de anticipar que en este ensayo no es posible tratar de entendernos no hay espacio ni siquiera para el prologo, para ponernos de acuerdo sobre el significado de algunos conceptos esenciales (amor, matrimonio, pecado, conciencia...), o para llegar auna plataforma de entendimiento sobre el sentido de la vida o sobre los postulados filosóficos mas elementales.
• Premisas fundamentales
Las consideraciones que siguen pueden ayudar, en cambio, a quien se reconozca en la primera actitud a que nos referíamos, por muchas y variadas que puedan ser sus dificultades, si hay la disposición de fondo que exige la fe y la buena voluntad de acatar elMagisterio de la Iglesia. Aun entonces es preciso fijar unas cuantas premisas:
1.° La doctrina católica es la que-en nombre de Cristo y con la asistencia del Espíritu Santo -enseñan el Papa, y los Obispos en comunicación con la Santa Sede, y forma un cuerpo unitario y sin contradicción a lo largo de los veinte siglos de cristianismo.
2.° Las opiniones de un autor o de cien autores-se llamen o no...
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