Angeles Tutelares

Páginas: 14 (3257 palabras) Publicado: 17 de julio de 2015
C. S. Lewis
ÁNGELES TUTELARES



El Monje, como lo llamaban, se sentó en la silla de campaña, junto a la litera y miró por la ventana las arenas ásperas de Marte, y el cielo negro azulado. No pensaba iniciar el «trabajo» hasta que pasaran otros diez minutos. Desde luego, no lo habían llevado allí para eso. Era el meteorólogo del grupo y su trabajo como tal estaba ya casi terminado; habíaaveriguado cuanto se podía averiguar. No podía hacer nada más, dentro del limitado radio de aquella investigación, hasta que transcurrieran por lo menos veinticinco días. Y la meteorología no había sido el verdadero móvil del viaje. Había elegido pasar tres años en Marte, como el más próximo equivalente moderno de la vida de un eremita en el desierto. Había venido a meditar: a continuar la lenta yperpetua reconstrucción de esa estructura interior que era, a su juicio, la finalidad principal de la existencia. Transcurrieron los diez minutos de reposo. Comenzó con la fórmula acostumbrada: «Dulce y paciente Maestro, enséñame a tener menos necesidad de los hombres y a amarte más.» Y emprendió la tarea. No había tiempo que perder. Sólo tenía por delante seis meses de aquel yermo sin vida, sinsufrimiento, sin pecado. Tres años eran un plazo breve... pero, cuando llegó el grito, se levantó de la silla con la ejercitada prontitud de un marinero.

El botánico de la cabina inmediata respondió al mismo grito con una maldición. En aquel momento había tenido el ojo clavado al microscopio. Era enloquecedor. Interrupciones constantes. En aquel campamento infernal costaba tanto concentrarse como en elcentro mismo de Piccadilly. Y su tarea era ya una carrera contra el tiempo. Faltaban seis meses... y apenas había comenzado. La flora de Marte, aquellos organismos diminutos, inverosímilmente tenaces, capaces de sobrevivir en condiciones poco menos que imposibles, eran un festín para toda la vida. No haría caso al grito. Pero en esto sonó el timbre. Llamaban a todos a la sala principal.

La únicapersona que no hacía nada, por decirlo así, cuando llegó el grito, era el capitán. Para ser más exactos, diremos que trataba, como de costumbre, de no pensar en Clare, y de continuar redactando el diario oficial. Clare seguía interrumpiéndolo desde sesenta y cinco millones de kilómetros de distancia. Era ridículo. «Hubiésemos necesitado todas las manos...» escribió. Manos... sus propias manos.Mirándolas fijamente sintió que acariciaba el cuerpo vivo de Clare, cálido y frío, blando y firme, que se entregaba y resistía. «Cállate, que es algo muy querido», le dijo a la foto sobre el escritorio. Y de vuelta al diario, hasta las palabras fatales: «...me había causado cierta ansiedad». Ansiedad... ¿Qué le pasaría a Clare en aquel momento? ¿Dónde estaría? ¿Qué sería de ella? Podía ocurrircualquier cosa. Había sido una decisión estúpida. ¿Qué otro recién casado hubiese aceptado esa tarea? Pero había parecido tan razonable... Tres años de horrible separación, pero luego... todo lo mejor de la vida. Le habían prometido un puesto con el que no se hubiera atrevido a soñar unos meses antes. Ya nunca tendría que volver al espacio exterior. Y a la vuelta, habría muchas compensaciones: lasconferencias, el libro, probablemente un título. Habría muchos hijos. Sabía que ella los deseaba, y de un modo curioso (como empezaba a comprenderlo) a él le ocurría lo mismo. Pero, cuernos, el diario. Comenzó un nuevo párrafo... Y de pronto llegó el grito.

Era uno de los dos jóvenes técnicos quien había gritado. Habían estado juntos desde la cena. Paterson, de pie en el umbral de la cabina deDickson, se apoyaba en un pie y luego en otro, moviendo atrás y adelante la puerta, mientras Dickson, sentado en la litera, esperaba a que Paterson se marchara.

- ¿De qué hablas, Paterson? - dijo -. ¿Quién comentó algo de una pelea?

- Como quieras, Bobby - dijo el otro -, pero ya no somos amigos como antes. Tu lo sabes bien. ¡Oh, no soy ciego! Te pedí que me llamaras Clifford. Y tú siempre te...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Principio de la tutelaridad
  • seres tutelares
  • Angelica
  • Angeles
  • Angel
  • angelo
  • Angel
  • Angeles

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS