Animación en Latinoamérica

¿Hace falta cultivar la animación en Latinoamérica?

Nos falta mucho para llegar a lo que se está haciendo en los grandes estudios. Estamos en buen camino. Puedo hablar de lo que se está haciendo en Perú, porque conozco algo de animación que se hace en Brasil, en México y en Argentina. En Perú, la animación está creciendo de una manera impresionante. Ahora tenemos siete largometrajes animadosestrenados, generados por computadora. Ningún otro país en Latinoamérica tiene esta cantidad. Argentina dio un gran salto con Metegol, pero fue una película que costó $20 millones. Recuperar esa inversión es complicado. Mi película más cara costó $2,3 millones y Los ilusionautas costó $1 millón. Son películas cuya inversión se recupera mucho más rápido. En Perú, hay cinco institutos dedicados aenseñar únicamente animación, y las universidades están empezando a dictar esa carrera. Estamos a punto de conseguir que haya una profesión de animación. Los ilusionautas es una película que ha sido vendida en 20 países; no es una película peruana, porque la doblas y ya está. No tendrá la calidad de las superproducciones, pero es una película que la gente no se pregunta dónde fue hecha, porque estádoblada en francés, en italiano...

¿Qué opción tiene un animador latinoamericano frente a Disney o Pixar?

Hay mercado para todo. Por ejemplo, me puedo preguntar qué opción tiene Los ilusionautas al lado de Frozen. Primero, si un canal quiere comprar ambas películas, Los ilusionautas le saldrá mucho más barata. Por eso, nosotros la vendemos. Frozen costó $150 millones, Los ilusionautas costó$1 millón. Esa es la razón de que la hayamos vendido en 20 países: hay mayores oportunidades de que se haga un negocio, aunque mucho más pequeño, pero, al ser una película que costó 150 veces menos, es un buen negocio. Al distribuidor se le vende por menos plata que lo que le costaría Frozen. El Blu-ray de Los ilusionautas está a la venta en el Wal-Mart de Estados Unidos con Christopher Lloyd ySarah-Michelle Geller en el doblaje. Eso para mí fue un shock: es impresionante que le pusieran esa inversión en Estados Unidos. No se pueden comparar estas películas con las superproducciones que tienen otro nivel de calidad, pero sí hay mercado para venderlas.

¿Cómo llegó a la animación?

Empecé desde muy pequeño. Quería hacer videojuegos. A los 10 años mis papás me regalaron un Atari y,apenas lo prendí por primera vez, me di cuenta de que eso era lo que yo quería hacer. A los 12 años tuve una Commodore 64, que era una máquina que tenía 64 Kbytes de memoria RAM. Con esa computadora hacía gráficos pensando que, en algún momento, los iba a convertir en un videojuego. Cuando me di cuenta de que tenía que programar y de que era más complicado de lo que pensaba, mis gustos empezaron apasar a la animación. Me empecé a enamorar de Disney y supe que eso era lo que quería hacer. A los 18 años hice mi primer comercial de televisión animado en Ecuador. En esa época no se podían crear personajes porque las herramientas eran demasiado caras para armar uno. Si querías hacer un personaje tenías que hacer un modelo real y poner los puntos vértice por vértice para darles el 3D.

En sudeseo de hacer videojuegos, ¿imaginó alguna vez el casco de realidad virtual?

Cuando hice Piratas en el Callao había 11 personas metidas en un garaje con las peores máquinas imaginables. Ahora somos 60 empleados, tenemos oficinas en Los Ángeles y en Miami, hemos crecido de una manera increíble... Hemos hecho un área de videojuegos. La realidad virtual es el futuro. Ese futuro es posible, pero noprecisamente todo el mundo quiere una realidad tan inmersa. Muchos prefieren mover el mouse tres centímetros a la derecha que tener que voltear la cabeza 90 grados. Hasta que no hagamos la interfaz al estilo Matrix, no se podrá tener una inversión total.

¿Cómo fue ese proceso de hacer Piratas en el Callao con poco presupuesto, poca gente y baja tecnología?

Fue aterrador. Cuando tienes un...