ANIMISMO RESTAURADO
Juan Carlos Tuesta Serván
Descola al principio del capítulo despoja al animismo del discurso sociológico. Denominando así como la atribución que los humanos hacen a losno-humanos de una interioridad idéntica a la suya. Disponiendo así una humanización a las plantas y animales. Esta estructura animista, entonces “difiere” entre los humanos y no-humanos solamente por sufisicalidad, ya que, ciertas sustancias como el alma, el espíritu, entre otros son análogos a la interioridad de ambos. En este sentido, dicha acepción amplía el ámbito de la cultura, ya que, no seríafacultad únicamente humana, sino también de los no-humanos. Por esta razón sería incompatible soslayar Naturaleza-Cultura.
Debemos de señalar que la forma es el trabajo crucial de identificación en lasontologías animistas. En este sentido, se puede decir que el alma no constituye el aspecto único y esencial de una persona, sino el cuerpo es la que faculta esta forma distintiva. Muchos mitos aclarandicha aseveración. Pero también es válido señalar que dichas “etnias” (por comodidad) no consideran a los que nosotros llamamos “cultura” un patrimonio exclusivo humano, por lo que sus plantas,animales también cumplen dicha función y viven conformes con tales normas. En consecuencia, la forma corporal es indisociable del comportamiento. Por otro lado, un rasgo clásico de muchas ontologíasanimistas, es la capacidad de metamorfosis reconocida a los seres dotados de una interioridad idéntica. Es decir, un humano puede incorporarse a un animal o una planta, un animal puede adoptar la forma deotro animal, una planta en un animal, se despojan de sus corazas y se transforman en cuerpos humanos. Si nos detenemos podemos observar que la plasticidad de este sistema no puede ser total, ya que, lametamorfosis de un humano en planta o de una planta en humano no es tan común y menos aún una planta de una especie en animal del otra. En consecuencia, la metamorfosis no es simbólica, ni tienen...
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