Animitos y María



Es muy difícil separar lo personal de lo profesional, cuando esto último es producto de la vocación, de un sentimiento. Este libro ha supuesto una entrada al mundo hospitalario infantil, debo reconocer una profunda ignorancia, a pesar de conocer niños ingresados por largos períodos de tiempo, sí pensaba en el desfase que supondría la falta de asistencia a clase, pero ahí mi ignorancia, lo delas aulas hospitalarias. También había oído algo sobre cuentacuentos y payasos, pero como algo muy lejano. De forma que al leer el libro he sentido muy cercanos los sentimientos de los niños que están enfermos y el sentimiento de miedo a la enfermedad que padecen y el descontrol de su vida, este descontrol viene de la mano por la falta de comunicación de los profesionales del hospital, que nocuentan con ellos para someterlos a un tratamiento, porque al ser menores no pueden decidir con respecto a su vida, sin saber lo importante que es para ellos que se tenga en cuenta su opinión.
Lo que más me ha gustado, es el capítulo de la psicología positiva y creatividad, entendiendo que el alumno debe construirse su propia realidad (perspectiva constructivista) de esta manera será un importanteelemento de su propia recuperación.
Por lo visto está demostrado científicamente que las personas felices, actúan de una forma más activa en su recuperación, ya que disponen de recursos personales físicos, psicológicos y sociales para afrontar situaciones difíciles y problemáticas.
Como se ha podido constatar, en diversos hospitales cuentan con mascotas que dan la bienvenida a los niñosenfermos, dichas mascotas tienen un efecto reconfortante y a través de ellas se puede llegar a los sentimientos de los niños, sentimientos que la mayoría de las veces no son capaces de expresar ante un adulto.
Animitos es la mascota de muchos niños enfermos que son hospitalizados, tiene una misión muy importante, ya que hay una niña que tiene quemaduras en el cuarenta por ciento de su cuerpo, tiene queser sometida a varias intervenciones para hacerle varios trasplantes de piel de unas zonas a otras de su cuerpo. Esta niña tiene fuertes dolores y además ha sufrido encharcamiento de pulmón a causa de los edemas producidos por las quemaduras. Sus padres se turnan para hacerle compañía, pero la niña está muy triste y deprimida ya que le han dicho que a pesar de los trasplantes, le quedaránhuellas muy importantes en su cuerpo, tiene diez años y es una muy presumida, le gusta ponerse vestidos bonitos y lucir su melena, por lo menos antes del accidente. Los médicos y los padres no saben qué hacer para animarla y tuvieron la genial idea de presentarle a Animitos. Os voy a contar el diálogo que mantuvieron:
Animitos: Hola María, me han dicho que ese es tu nombre, ¿sabes?, hay muchascanciones que llevan tu nombre.
María: sí, ya lo sé.
Animitos: ¿Te gusta la música? ¿Y bailar?
María: Mucho, pero no bailaré nunca más.
Animitos: ¿Cómo que no? bailar hace feliz a todos los niños y a los mayores.
María: A mí no, ya no.
Animitos: ¿Por qué no, María? si te gusta la música, podrás volver a bailar cuando puedas caminar.
María: Pero te he dicho que no quiero volver a bailar. (Maríaestá muy triste)
Animitos: Yo puedo hacer que te sientas bien y desees volver a jugar con tus amiguitas, a escuchar música y bailar.
María: no, no podrás, nadie puede.
Animitos: Te voy a contar una historia para que comprendas que puedes ser feliz otra vez.
María: Bueno, pero no lo creo.
Animitos: Había una niña llamada Aurora, que le gustaba mucho bailar, tanto, que asistía a clases de ballety con el paso del tiempo, fue la primera bailarina del ballet de su ciudad. Un día sufrió un accidente y cuál sería su desgracia que perdió un brazo en él.
El ballet lo era todo para ella, si no podía bailar no quería vivir. Su familia y amigos estaban también muy tristes, porque ella sólo pensaba que ya no podría volver a bailar nunca más, no quería ver que había sido un milagro que...