ANNA peque a historia
-Gracias- dije viendo hacia abajo mientras recibía mibufanda. Luego lo miré de nuevo y puse mi cabello detrás de la oreja. Funcionó. Él se llevo una mano a la nuca, claramente incómodo.
-Oye…- sí, justo la reacción esperada – ¿tienes prisa? Quizás podamos ir a tomar un café- A veces esto resultaba tan fácil.
-No estarás esperando que vaya con un extraño a tomar un café ¿o sí?- dije mordiéndome el labio inferior y llevando una mano a mi cadera.
-Nosoy alguien peligroso- dijo con un poco de burla.
-Ah, pero a mí eso no me queda claro- dije en tono bromista. El rió.
-No, ehm… soy Trevor, es sólo que quizás pueda ser como pago por darte tu bufanda de regreso…- sugirió tímidamente. Tenía una complexión adecuada. Nariz recta.
-¡Oh!- dije con tono incrédulo –Ósea que no fue tu buena acción del día, supongo que ya no se puede contar con eso enestos días ¿verdad?- crucé mis brazos fingiendo desaprobación.
-Estoy seguro que te divertirás- añadió guiñándome el ojo en un intento de tomar el control. Lamentablemente, le faltaba mucho para estar a mi nivel.
-Escucha, Trevor- respondí, descansando mi mano en su pecho –Ahora mismo tengo prisa, pero quizás algún otro día- Sonreí de lado.
-Ah, claro… uhm…- sacó su celular y me lo extendió. Lo tomé yescribí mi número. Cuando le regrese el teléfono me miró con ojos entrecerrados.
-¿Qué?- pregunté.
-No voy a llamar y me van a decir que no vives ahí, ¿verdad? O peor aún me dirán que estoy llamando a un restaurante o algo de ese estilo- reí. -¿Cierto?- dijo serio.
-¿Por qué no lo averiguas? Ya que no confías en mí- dije sacando mi celular. Marcó en su número y mi celular comenzó a vibrarindicando que un número desconocido llamaba.
-Bien- dijo bastante feliz. Guardó su celular y comenzó a caminar. –Te llamaré luego entonces, ahm… ¿cómo te llamas?- preguntó.
-Uhm, creo que no te conozco lo necesario. Llámame como prefieras, guapo- dije guiñando el ojo. Se sorprendió un poco y no supo como continuar. Reí –Sólo bromeo contigo, soy Anna- se calmó y me sonrió.
-Te veré pronto, Anna- dijosacudiendo la mano y continuando su rumbo.
-Nos vemos, Tre-vor- dije moviendo mi mano en despedida.
Trevor, estudiante probablemente. 1.80, nariz recta, ojos un poco rasgados, azules. Cabello castaño. Buen cuerpo. Buen trasero ahora que lo veo alejarse. Tez blanca. Economía media-alta. Todo un caballero, con un poco de astucia. Bien, parece que encontré a mi nuevo novio.
Marqué el número de Ethan.-Cielo, ¿Qué pasa?- sonó al otro lado de la línea.
-Terminamos Ethan- dije.
-¿Qué?- respondió sorprendido.
-Me oiste, cariño, ¿acaso estás sordo?- dije y colgué. Los hombres son tan estúpidos.
Trevor
-¿Qué pasó, dude?- me preguntó Emiliano. Había visto la conversación que tuve con Anna.
-Nada, me dio su número- dije sonriéndole. Emiliano la miró por encima de mi hombro.
-Es bastante guapa, bien porti, hermano- dijo dándome una palmada en la espalda –Y tiene buen trasero- dijo. Giré instintivamente, se había volteado y estaba llamando por celular.
-No digas eso- golpee a Emiliano.
-Oh lo siento, lo siento- dijo riendo e hizo una reverencia –Sir Trevor- Emiliano había sido mi mejor amigo por unos 4 o 5 años, tenía una apariencia un tanto peligrosa, y a veces no era tan agradable, pero eltítulo de Excelente amigo, no se lo quitaba nadie. Siempre vestía ropa holgada. Y llevaba un piercing en el labio inferior.
-Eres un payaso- dije.
-Es broma, Trev- se disculpó –lo que pasa es que no todos podemos ser tan caballerosos como tú. Por eso es que no consigues demasiadas chicas. Te lo dije antes, te lo digo ahora, consigue uno de estos- señaló a su piercing –o uno de estos- señalo su...
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