Anoche de madrugada te llegó la hora, y yo hoy, deshecha por dentro y con lágrimas templadas corriendo por mis mejillas, te escribo lacarta que nunca quise tener que escribirte. No hace falta que te diga que siempre te quise como a un hermano, porque tú lo supiste desde eldía que llegaste a casa, recién nacido y enfermo, y te puse sobre mi pecho para que durmieras sintiendo mis latidos.Hoy te digo adiós, Minegrito, después de doce largos años de amistad inquebrantable, y solo quiero que sepas que tus cenizas descansan en mi casa junto a las fotos demis padres y mis hermanos, que tú seguirás siempre vivo en mis entrañas, que seguiré sintiéndote a los pies de mi cama velando mi sueño,que siempre que pasee por los lugares que juntos compartimos, tú estarás ahí conmigo, jugando feliz junto a a mi padre. Hoy mi casa vacía seinunda de un espeso silencio; me asomo a la ventana, hace un día frío y gris y te lloro hasta el aire. Se me pierde la vista en la lluvia yvuelvo a verte, fuerte y sano, en tu pose altanera, mirándome con tus ojos dulces, esperando mi llamada. Te miro llena de orgullo y vuelvo adecirte emocionada que eres el mejor. El mejor compañero, el mejor amigo. Y así te recordaré siempre.Un dia mas me levanto pensando en ti,un dia mas me ahogo en el inmenso desierto de mi soledad si tu no estas, no sabes cuanto me duele no tenerte aqui. Te amo tanto que duele
Leer documento completo
Regístrate para leer el documento completo.