Anorgasmia

Habia una habitacíon de la casa sobre la que había sentado mis reales. Convivían en ella los más distintos objetos que no habían encontrado mejor lugar . Desde los conos de madera donde se ovillabael hilo de la máquina de overlok de mamá, hasta un radio del tamaño de una caja de manzanas con molduras de una madera preciosamente barnizada y un dial que se desplegaba como un abanico, en dondeunos minúsculos números marrones que seguro habían sabido ser negros en sus buenos tiempos mostraba las distintas fecuencias radiales.
En la parte superior una tapa de la misma madera protegía unreproductor de discos de pasta, con un plato de felpa marron pesado como una cena de campo y un brazo de bordes redondeados que alojaba una perilla con la que rotándola permitía escoger entre dosdistintos tipos de puas según las revolicíones del disco fueran 78 45 ó 33 por minuto.
Parecía un cofre de piratas.
Mucho tiempo después de haberlo utilizado en mis juegos como fuerte para los soldaditosfue mudado al living para reproducir los discos de pasta de música clásica y algunos infatiles de un tal Tatin que se notaba a la legua aún para mis crédulos 8 años se trataba de un adultoimpostando una tintineante voz infantil.
Luego vino un winco y el disco del sintetizador bien templado con temas de Mozart, tia Leonor y sus sobrinos con música clásica en instrumentos eléctricos, más Mozartpero esta vez vocalizado por los Swingle singers, y Gitano!! deWerner Muler con música de los Balcanes. Un kusturica de los 60.
Invertí el dinero de mi cumpleaños de 13 en un Ken Brown para mi usoexlusivo y de a poco comencé a acumular música Magical mistery tour de los Beatles la edición americana del triple de Woodstock y Stand up de Jethro Tull a quienes muchos años después ví en vivo elanfiteatro romano de Cesarea con el mar haciendo de marco.
Recuerdo la negociación con mis compañeros de curso por contratar para el baile de fin de año a Almendra en lugar de la Joven Guardia. Y como...