Antagonía y Simbiosis En La Guerra Contra El CrimEn Organizado En México

Antagonía y simbiosis en la Guerra contra el Crimen Organizado.
En la madrugada del 6 de septiembre del año 2006 un grupo de 20 personas armadas, vestidas de negro y pasamontañas, llegaron al bar Sol y Sombra, dispararon al techo y exigieron que todos los presentes se tiraran al suelo. Después de amagar a clientes y bailarinas, integrantes del grupo alcanzaron la pista de baile del bar, ubicadaen el segundo piso, y arrojaron al centro bolsas negras de plástico con las cinco cabezas. Los sujetos, antes de retirarse, dejaron una cartulina en la pista de baile con la siguiente leyenda: "La familia no mata por paga, no mata mujeres, no mata inocentes, se muere quien debe morir, sépanlo toda la gente, esto es: Justicia divina". Después de esto, los miembros del grupo armado se retiraron delbar en una camioneta Pick-Up de color gris y otras dos Jepp Cherokke color verde oscuro.
Aquello era una manifestación de un fenómeno que a lo largo de muchos años ha impactado a la sociedad mexicana en todos sus niveles pero que en esa situación específica resaltaba, no solamente por la fuerza del contenido violento que significan las cabezas decapitadas, sino que el mensaje se dirigió al públicoen general. Lo cual inmediatamente lo impulsó fuera de la descripción de cualquier delito callejero y la atención que los medios dieron a eventos como éste no se hizo esperar, exponiendo respecto a este hecho y sus similares a lo largo del año la precaria situación de ingobernabilidad de determinadas zonas del territorio y la crisis política que en parte se derivaba de ello propuso el escenariocon el cual en diciembre del 2006 el ya presidente Felipe Calderón Hinojosa se dispuso a emprender la llamada Guerra contra el Crimen Organizado.
Mediante la inclusión que los medios hicieron en ese momento de la problemática de las luchas entre los grupos de narcotraficantes que operan en el país se señaló en automático la importancia y preocupación que debía tener la sociedad de los procesos dereestructuración que sucedían entre los distintos carteles y su influencia en la seguridad regional y nacional, así mismo quedó manifiesto para las preocupaciones más importantes de ese momento la participación del estado en la resolución del problema del narcotráfico.
Sin embargo este fenómeno tiene una larga y compleja historia que se ha gestado desde hace muchos siglos y en cuyo significado sehan rastreado los componentes medulares de los ethos económicos, culturales y políticos de las sociedades que lo han visto proliferar en su seno. En México dicho fenómeno es indisociable del modelo económico y la racionalidad específica y compartida que supuso su implantación, como lo manifiesta el investigador Luis Alejandro Astorga Almanza:
El “narcotráfico” constituye un campo en si mismo dondeexisten relaciones y divisiones particulares entre los agentes sociales que lo conforman. Hay cooperación voluntaria y no solo coacción, hay competencia y bastante feroz, como en cualquier otro campo donde exista algo que disputarse, pero también hay alianzas estratégicas entre grupos para enfrentar tanto la competencia interna, como a los representantes de la legalidad que los combaten. En lacima de los enfrentamientos, hay dos códigos éticos que entran en colisión. Por un lado está un ethos económico en su estado puro: la ganancia cueste lo que cueste y acosta de lo que sea; y por el otro una estructura legal que impone sanciones a ese “(a) narcoliberalismo”, que ha codificado lo permitido y lo prohibido, que tiene el monopolio legítimo para establecer las reglas del juego, que percibemás allá de lo aceptado el riesgo de perder precisamente ese monopolio o el riesgo de enfrentar un poder “paralelo” que no se contentaría con ganar únicamente en ese terreno.
Observando que la dinámica propia de este fenómeno tiene que ver mucho con los elementos que reproducen las estructuras de poder y que dotan de significado a varios de los principios por los cuales la sociedad rige su...