Antecedentes histricos del derecho del trabajo
2.1 DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS SOCIALES DE 1917
La aportación de la Asamblea Constituyente fue "un paso vigoroso en el camino de la justicia social",104 en el que la "Revolución mexicana quiso ser el mensajero y el heraldo de un mundo nuevo".105 Esta contribución fue "la más original y de mayor trascendencia".106 Con ella, México seconvertiría en el "país con la legislación del trabajo más progresista y completa del mundo".107 Las viejas estructuras fueron renovadas para establecer las bases "fundamentales de un nuevo Estado y de un nuevo derecho".108 Se impuso al Estado un "hacer, una conducta que cuidara la condición justa y libre de los hombres frente a la economía y el capital".109
No fueron precisamente "los juristas a quienesdebemos la formulación legislativa de los derechos sociales y económicos, sino a los diputados que venían del taller y de la fábrica, de las minas, del campo",110 quienes decidieron "ofrendar su vida en el combate de la Revolución".111 Así, estos revolucionarios -ignorantes para algunos- dejaron que pasara "la racha de sabiduría de quienes pretendían ilustrarlos y, en silencio, derribaron laestructura del pasado para levantar sobre sus escombros el edificio del porvenir".112 Fue el representante de Puebla, Froilán C. Manjarrez, quien conmovió al recinto del teatro cuando exigió para el trabajo "todo un título, toda una parte de la Constitución, todas las reformas que sean necesarias".113 Estos derechos nacieron como "Minerva, rompiendo la cabeza de un dios: la omnipotente economía...prometiendo justicia a los oprimidos y a las grandes clases sociales".114 Estos derechos constituyeron la realización institucional de los ideales y aspiraciones que "animaron el pensamiento de la Revolución Mexicana de 1910".115 Lo cual resultaría un poco paradójico frente a la realidad social de la época, en razón de que "México no vivía aún la etapa industrial".116
La incorporación de losderechos sociales en el texto de la Constitución mexicana de 1917, fue obra de la libre voluntad de los diputados constituyentes reunidos espontáneamente en el edificio que fue la residencia del obispo de Querétaro, que "ampulosamente llevaba el nombre de Palacio Episcopal".117 En las discusiones privadas dentro de la capilla del obispado, surgirían "conceptos atrevidos con los que se trataba de darmayor fuerza revolucionaria al artículo constitucional... en aquellos tiempos en los que se daban los primeros pasos para la socialización del país".118 Estos pasajes de nuestra historia constitucional me hacen recordar la vehemencia con la que el maestro Trueba Urbina expresaba en clase, emocionado y con frases elocuentes: "¡Cómo habrá trepitado ese templo cuando se expusieron las ideassociales!".119
La gran tarea de dar forma al artículo 123 fue notable, precisamente por carecer de todos los formulismos, ninguno de los componentes fue designado oficialmente ni recibió encargo alguno por escrito, los diputados se reunían por las mañanas y noches. Los trabajos de elaboración ocuparon "los diez primeros días del mes de enero".120 Los Constituyentes de Querétaro "dieron muestra de suproyección social"121 para que nuestra Constitución fuera precursora -como dijera Radbruch- de la concepción nueva "del hombre por el derecho".122
A pesar de que la mayoría de los autores elogiaron -pienso que con razón- esta declaración constitucional, otros manifestaron airadamente su desacuerdo, tanto en el seno del Constituyente como fuera de él. Entre los más severos críticos y opositores está JorgeVera Estañol, quien cuestionó la legitimidad de dicha ley fundamental desde el triple aspecto: jurídico, político y revolucionario, condenando a la Asamblea de Querétaro de "bastardo brote de golpe de Estado y su obra -la Constitución- espuria también".123
J. M. Puig Casauranc, después de elogiar el modelo constitucional plasmado en la carta de Querétaro, comenta que conservó el cuerpo de la...
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