Antecedentes y primera plasmación literaria de don juan
Con losprecedentes de El infamador de Juan de la Cueva (1581) y de El Hércules de Ocaña de Luis Vélez de Guevara, el primer ejemplo del personaje lo creó, según algunos, Tirso de Molina, en su obra El burlador deSevilla y convidado de piedra, 1630; según otros, esta obra sería una refundición de otra, conocida como Tan largo me lo fiais, que podría atribuirse a Andrés de Claramonte. En cualquier caso, hay en elteatro ciertos antecedentes del tipo del fanfarrón y seductor y, en los romances, del tema del convidado de piedra (quien desprecia a los muertos y acepta temerariamente la invitación de uno deellos).Desde el siglo XVII se dio crédito a la idea de que Don Juan Tenorio existió realmente. Tal idea fue recogida por el hispanista Louis Viardot en el XIX,[2] y posteriormente por Gregorio Marañón, querecoge la existencia de los Tenorio y de la calidad de seductor de alguno de ellos, pues un tal Cristóbal Tenorio tuvo amoríos con la hija de Lope de Vega e incluso se batió en duelo con él,hiriéndolo.
Se ha especulado que la razón de la elección de tal apellido por Tirso de Molina pudo ser por la similitud con el verbo «tener», que induce a relacionarlo con el hecho de la posesión, y con elsustantivo «tenor», que lo relaciona con la voz masculina.[3]
Las figuras del centenario Caballero de Gracia (1517-1619) y del sevillano Miguel Mañara, nacido en 1627 y, por tanto, imposible como...
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