Antimanual del mal historiador
Nos expone la necesidad de cambio que requiere la historiografía tanto en México como a nivel mundial, evaluando ciertos asuntos de ordenmetodológico y crítico, es decir, la forma en que se escribe, se narra y se enseña la historia y de cómo debería ser esta interpretada y evaluada por quienes la enseñan y la estudian.
Así pues, elrelego de las sociedades indígenas, cuyas luchas y rebeliones han quedado apartadas de la historia, interviniendo sólo como elementos pasivos desprovistos de respeto como personas actuantes,sobrevivientes y participantes en procesos que ayudan en el desarrollo del país; y no sólo los indígenas mexicanos, también las grandes masas populares, mujeres, campesinos y obreros han quedado a la sombra delregistro histórico de aquellos pertenecientes a las clases sociales imperantes así como presidentes y políticos de renombre; esta situación terminó por establecerse en la forma de estudiar y narrar lahistoria como un proceso tanto conservador como positivista.
Aguirre enfoca su atención en explicar y evaluar ciertos aspectos que ayudarían a este propósito, comparando lo que se ha estado haciendodesde hace un tiempo considerable y lo que debería hacerse, tomando referencial y acertadamente algunos conceptos vanguardistas para la crítica e interpretación de la historia en el nuevosistema-mundo y la sociedad actual, cuestión propuesta y establecida por Carl Marx hace mas o menos dos siglos. Otro error en el que incurren los historiadores es el tiempo, donde comúnmente se confunde el de laciencia física (newtoniano) con aquel que se cuenta con hechos y situaciones (cronológico). También la imposibilidad de elaborar una historia crítica sin antes formar parte de esta e involucrarseprofundamente en el estudio de personajes y hechos; por último, la construcción de sólo discursos históricos ha segado el verdadero enfoque de los investigadores que no buscan la esencia de los hechos...
Regístrate para leer el documento completo.