Antolog A De Cuentos 1
El guardagujas
Juan José Arreola
México: 1918-2001
El forastero llegó sin aliento a la estación desierta. Su gran valija, que nadie quiso
cargar, le había fatigado en extremo. Se enjugó el rostro con un pañuelo, y con la
mano en visera miró los rieles que se perdían en el horizonte. Desalentado y
pensativo consultó su reloj: la hora justa en que el tren debíapartir.
Alguien, salido de quién sabe dónde, le dio una palmada muy suave. Al volverse el
forastero se halló ante un viejecillo de vago aspecto ferrocarrilero. Llevaba en la
mano una linterna roja, pero tan pequeña, que parecía de juguete. Miró sonriendo
al viajero, que le preguntó con ansiedad:
-Usted perdone, ¿ha salido ya el tren?
-¿Lleva usted poco tiempo en este país?
-Necesito salirinmediatamente. Debo hallarme en T. mañana mismo.
-Se ve que usted ignora las cosas por completo. Lo que debe hacer ahora mismo
es buscar alojamiento en la fonda para viajeros -y señaló un extraño edificio
ceniciento que más bien parecía un presidio.
-Pero yo no quiero alojarme, sino salir en el tren.
-Alquile usted un cuarto inmediatamente, si es que lo hay. En caso de que pueda
conseguirlo, contrátelopor mes, le resultará más barato y recibirá mejor atención.
-¿Está usted loco? Yo debo llegar a T. mañana mismo.
-Francamente, debería abandonarlo a su suerte. Sin embargo, le daré unos
informes.
-Por favor...
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Taller de Expresión oral y escrita
-Este país es famoso por sus ferrocarriles, como usted sabe. Hasta ahora no ha
sido posible organizarlos debidamente, pero se han hecho grandes cosasen lo
que se refiere a la publicación de itinerarios y a la expedición de boletos. Las guías
ferroviarias abarcan y enlazan todas las poblaciones de la nación; se expenden
boletos hasta para las aldeas más pequeñas y remotas. Falta solamente que los
convoyes cumplan las indicaciones contenidas en las guías y que pasen
efectivamente por las estaciones. Los habitantes del país así lo esperan;mientras
tanto, aceptan las irregularidades del servicio y su patriotismo les impide cualquier
manifestación de desagrado.
-Pero, ¿hay un tren que pasa por esta ciudad?
-Afirmarlo equivaldría a cometer una inexactitud. Como usted puede darse cuenta,
los rieles existen, aunque un tanto averiados. En algunas poblaciones están
sencillamente indicados en el suelo mediante dos rayas. Dadas las condicionesactuales, ningún tren tiene la obligación de pasar por aquí, pero nada impide que
eso pueda suceder. Yo he visto pasar muchos trenes en mi vida y conocí algunos
viajeros que pudieron abordarlos. Si usted espera convenientemente, tal vez yo
mismo tenga el honor de ayudarle a subir a un hermoso y confortable vagón.
-¿Me llevará ese tren a T.?
-¿Y por qué se empeña usted en que ha de ser precisamente aT.? Debería darse
por satisfecho si pudiera abordarlo. Una vez en el tren, su vida tomará
efectivamente un rumbo. ¿Qué importa si ese rumbo no es el de T.?
-Es que yo tengo un boleto en regla para ir a T. Lógicamente, debo ser conducido
a ese lugar, ¿no es así?
-Cualquiera diría que usted tiene razón. En la fonda para viajeros podrá usted
hablar con personas que han tomado sus precauciones,adquiriendo grandes
cantidades de boletos. Por regla general, las gentes previsoras compran pasajes
para todos los puntos del país. Hay quien ha gastado en boletos una verdadera
fortuna...
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Taller de Expresión oral y escrita
-Yo creí que para ir a T. me bastaba un boleto. Mírelo usted...
-El próximo tramo de los ferrocarriles nacionales va a ser construido con el dinero
de una sola persona queacaba de gastar su inmenso capital en pasajes de ida y
vuelta para un trayecto ferroviario, cuyos planos, que incluyen extensos túneles y
puentes, ni siquiera han sido aprobados por los ingenieros de la empresa.
-Pero el tren que pasa por T., ¿ya se encuentra en servicio?
-Y no sólo ése. En realidad, hay muchísimos trenes en la nación, y los viajeros
pueden utilizarlos con relativa frecuencia, pero...
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