Antologia De Poemas A La Madre
Madre, cuéntame todo lo que sabes por tus viejos dolores.
cuéntame cómo nace y cómo vive su cuerpecillo,
entrabado todavía con mis vísceras.
Dime si buscará sólo mi pecho o se lo debo ofrecer.
Dame tu ciencia de amor ahora, madre.
Enséñame las nuevas caricias, más delicadas que las del esposo.
¿Cómo limpiaré su cabecita en los días sucesivos?
¿Y cómolo liaré para no dañarlo?
Enséñame, madre, la canción de cuna con que me meciste.
Esa lo hará dormir mejor que otras canciones.
MADRE (Juan Lozano y Lozano)
Todo lo que hay de triste sobre el mundo
en tu espíritu, madre, resumiste,
porque no se dijera que lo triste
no es, además de místico, fecundo.
A tu inmenso mirar meditabundo
tal emoción de transparencia diste,
como paraexplicar por qué coexiste
lo diáfano, en el mar, con lo profundo.
Y hay tal valor en tu actitud sumisa,
tal decisión en tu palabra lenta,
Y tanta austeridad en tu sonrisa,
Porque la humanidad se diera cuenta
de por qué se estremece ante la brisa
el bambú que resiste a la tormenta.
ESPOSA Y MADRE (Antonio Gómez Restrepo)
Ayer no más jugabas indiscreta
con los bellos fantasmas de la vida,
yen ilusiones mágicas mecida
ibas de flor en flor vagando inquieta.
Bella como un ensueño de poeta,
ibas de lumbre sideral vestida;
en tus ojos la dicha presentida,
la pasión de Desdémona y Julieta.
Hoy en tu fresca primavera hermosa
tienes la noble majestad de esposa
y es una cuna el norte de tu anhelo,
Y así es mayor tu gracia y donosura,
pues de una madre en la mirada pura
setransparenta el esplendor del cielo.
MEMORIA DE MI MADRE (Germán Pardo García)
Cuando murió mi madre yo tenía
la corta edad de un símbolo alfarero.
era el rudimental barro primero
sin la virtud de su albañilería.
Quedó el vaso inconcluso. Esta vacía
su cerámica tosca, y lastimero
testimonio señala el instantero,
ahí en la mesa descarnada y fría.
Las gramíneas remuérdanla tan leve
cual sucorporeidad de harina y nieve,
así mismo la evocan las legumbres.
Yo ni siquiera la recuerdo y callo.
mas al callar para encontrarla, la hallo
con la misma grandeza de las cumbres.
MATERNIDAD (Carlos Castro Saavedra)
Si un hijo la abrumaba, no sabía.
Al principio pensaba lo que un nido,
lo que una voz, sin voz para el gemido,
lo que un perfume en trance de agonía.
Luego supo queel hijo nacería,
porque miró su seno convertido
en un tallo de miel, donde el latido
del corazón en leche florecía.
Más tarde toda se sintió vencida
por su propia cintura -mies crecida hacia
el cielo redondo de su pecho.
Y un día casi azul, de madrugada,
se sintió por un niño desgarrada
sobre el lirio impasible de su lecho.
HACE MÁS DE MUCHOS SOLES (Juan Manuel Roca)
Mi madreabría un libro
como dos alas para el vuelo.
A orillas de la noche
alguien prendía fuego a los candiles.
La tarde descendía hasta el patio
como si oyera un llamado.
Mi madre narraba la leyenda negra
del que huye del espejo,
caballero del polen
cruzando nocturnas tempestades.
Si ella cerraba un libro
era como si cerrara la casa
y sólo entraba al dormitorio la noche,
su callada voz llegadade tierras del asombro.
Mi madre cerraba el libro como una adormidera,
y aún la perplejidad habitaba
al niño que fui hace más de muchos soles.
Cuando al sonido de cierta voz
en los umbrales del libro
los caballeros de la tierra
daban coces al cielo,
el galopero corazón
recorría el río de nieve de la cama,
la llanura blanca y silenciosa
que ascendía a la meseta de la almohada.
Mi madrecerraba el libro
como si cerrara la puerta de la casa.
En la penumbra del cuarto, una redada de
sueños me alumbraba.
MADRE (Juan Ramón Jiménez)
Te digo al llegar, madre,
que tú eres como el mar; que aunque las olas
de tus años se cambien y se muden,
siempre es igual tu sitio
al paso de mi alma.
No es preciso medida
ni cálculo para el conocimiento
de ese cielo de tu alma;
el...
Regístrate para leer el documento completo.