antologia de textos nehoclasicos
Las naciones que ocupaban estas tierras entes de los españoles, aunque muy diferentes entre sí en su lenguaje y parte también en sus costumbres, eran casi de un mismo carácter. La constitución física y moral de los mexicanos, su genio y sus inclinaciones, eran las mismas de los acolhuas, lo tlaxcaltecas, los tepanecas y las demásnaciones, sin otra diferencia que la que produce la diferente educación. Y así, lo que dijere de unos quiero que se entienda de los demás. Varios autores, así antiguos como modernos, han emprendido el retrato de estas naciones, pero entre tantos no se han hallado uno que sea exacto y en todo fiel. La pasión y los prejuicios en unos autores, y la falta de conocimiento o de reflexión en otros, les hanhecho emplear diversos colores de los que debieran. Lo que yo diré va fundado sobre un serio y prolijo estudio de su historia, y sobre el íntimo trato de los mexicanos por muchos años. Por otra parte, no reconozco en mí cosa alguna que pueda preocuparme en favor o en contra de ellos. Ni la razón de compatriota inclina mi discernimiento en su favor, ni el amor de mi nación o el celo del honor de misnaciones me empeña a condenarlos; y así diré Franca y sinceramente lo bueno y lo malo que en ellos he conocido.
Son los mexicanos de estatura regular, de la cual se desvían más frecuentemente por exceso que por defecto; de buenas carnes y de una justa proporción en todos sus miembros; de frente angosta, de ojos negros y de una dentadura igual, firme, blanca y tersa; sus cabellos tupidos,gruesos, negros y lisos; de poca barba y rala y de ningún pelo (por lo común) en aquellas partes del cuerpo que recata el pudor. El color de su piel es ordinariamente castaño claro. No creo que se hallará nación alguna en que sean más raros los contrahechos. Un mexicano corcovado, un estevado, un bizco, se puede mirar como un fenómeno. Su color, su poca barba, sus gruesos cabellos, se equilibran detal suerte con la regularidad y proporción de sus miembros que tienen un justo medio entre la hermosura y la deformidad; su semblante ni atrae ni ofende; pero en las jóvenes del otro sexo se ven muchas blancas y de singular belleza, a la cual dan mayor realce la dulzura de su voz, la suavidad de su genio y la natural modestia de su semblante.
Sus sentidos son muy vivos, especialmente el de lavista, la cual conservan entera aun en su decrepitud. Su complexión es sana y su salud robusta. Están libres de muchas enfermedades que son frecuentes en los españoles; pero en las epidemias, que suele haber de tiempo en tiempo, son ellos las principales víctimas: en ellos empiezan y en ellos acaban. Jamás se percibe de la boca de un mexicano aquel mal aliento que produce en otros la corrupciónde los humores o la indigestión del alimento. Son de complexión flemática, pero su salivación es rara y muy escasas las evacuaciones pituitosas de la cabeza. Encanecen y encalvecen más tarde que los españoles y no son muy raros entre ellos los que arriban a la edad centenaria. De los demás casi todos mueren de enfermedad aguda.
Son y han sido siempre muy sobrios en la comida; pero esvehemente su inclinación a los licores espirituosos. En otro tiempo la severidad de las leyes los contenían en su beber, hoy la abundancia de semejantes licores y la impunidad de la embriaguez los han puesto en tal estado, que la mitad de la nación no acaba el día en su juicio; y ésta es sin duda la principal causa del estrago que hacen en ella la enfermedades epidémicas; a lo cual se allega lamiseria en que viven; más expuestos que otro alguno a recibir las malignas impresiones, y una vez recibidas, más destituidos de los medios para corregirlas.
Sus almas son en lo radical como las de los demás hombres, y están dotadas de las mismas facultades. Jamás han hecho menos honor a su razón los europeos, que cuando dudaron de la racionalidad de los americanos […] Sus entendimientos son...
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