antologia literaria
Tengo un enorme agrado de presentar esta obra maestra, cuyo autor sea el que escribe estas palabras apreciaría que respetaran el trabajo que costo hacer este gran trabajo realizado lo mas excelente posible para el lector. A continuación explicare porque. Este trabajo se ha hecho para el lector para que sea informado y tenga un agrado a la lectura.
Esta es una obrainformática y para todas edades grandes chicos para que sean informados y tengan más conocimientos.
Fue un honor presentar esta obra de arte para sus ojos espero que lo disfruten tanto como yo.
1. La cuarta vez
-¿A dónde vas?- le dijo su padre, hundido en las profundidades de su sillón.
-Voy a casa de Vero, tenemos que realizar una tarea- mintió ella.
-Vuelve antes delas cinco. Y cuidado con andar haciendo cosas raras.
-Sí, papá- dijo de inmediato Agustina. Tomó su mochila y salió de la casa. Caminó un par de cuadras en dirección a la casa de Vero, pero luego de mirar hacia atrás y asegurarse que nadie la observaba, desvió el camino. Nerviosa, volvió a observar su celular. “Estaré esperándote en la esquina de Gaona, a las dos y media”, decía el mensaje deNahuel. La chica sonrió. Eran las dos y cuarto de la tarde de un día espléndido, y ella por fin iba a conocer personalmente a Nahuel Cerro, el chico con el cual había estado chateando los últimos dos meses. Recordó las fotografías que él había enviado y su sonrisa se ensanchó. Era bien parecido, pero lo que más le gustaba era su mirada. Salvaje y tierna a la vez. Como la de un animal domesticadoque puede morderte en cualquier momento. Y a ella le gustaba el peligro. Los demás chicos le parecían insulsos y corrientes, ninguno le llamaba la atención. Pero Nahuel… Nahuel había capturado su corazón de inmediato.
“Nahuel…” repitió la chica en voz alta, embriagada de emoción y felicidad. Llegó a las dos y cuarenta. No había nadie en los alrededores, excepto un perro que se rascaba laspulgas en la vereda. El auto de Nahuel, un vehículo de alta gama que le había regalado su padre para su decimo octavo cumpleaños (había gente que tenía muchísima suerte, pensaba con envidia Agustina), estaba estacionado en la esquina convenida, bajo la sombra de un árbol. Tenía los vidrios polarizados y no se veía el interior, aunque Agustina supo que era de él por las descripciones previas que elmuchacho le había brindado. La chica se detuvo delante de la puerta del conductor y se hizo sombra con las manos, exhibiendo aquella sonrisa que (lo sabía muy bien) derretía a los chicos más duros. Golpeó el vidrio con aire juguetón y dijo:
-Hey, Nahuel, ábreme, soy yo, Agustina. Me puse el vestido rojo que me pedist…
La puerta de repente se abrió y una mano la agarró de los cabellos yla jaló en dirección al vehículo. La chica sintió un golpe terrible en la cabeza y comenzó a ver puntos negros. Antes de desmayarse, contempló confundida el rostro de su atacante: no se parecía en nada a Nahuel. Ni siquiera era un adolescente, sino un hombre grande, de la edad de su padre. Agustina ensayó un tibio pedido de auxilio, que ni siquiera fue un susurro, y luego se desmayó.
Despertóen una habitación umbría y agobiante. Se escuchaba música de rock and roll a todo volumen. Las paredes estaban cubiertas con humedad y había algunos pósteres de grupos juveniles colgados de unos clavos. También había una fotografía obscena, aunque ella apartó de inmediato la mirada. Trató de moverse y descubrió que estaba atada a una silla. Su corazón bombeaba a una velocidad imposible y por unmomento creyó que volvería a desmayarse. Pero luego escuchó un ruido a sus espaldas, y ella, de repente alerta, giró la cabeza hacia atrás.
-Hola, Agustina- dijo el hombre. Era alto, tan alto como una puerta, y estaba vestido completamente de negro. Tenía algo en su mano, que en un primer momento Agustina no pudo identificar-. Dormiste mucho… ¿Te sientes bien?
-¿Quién eres? ¿Qué crees...
Regístrate para leer el documento completo.