antologia
¿Qué me quieres, sombra vana?
Sacristán
No soy sombra vana, sino cuerpo macizo.
Soldado
Pues, con todo eso, por la fuerza de mi desgracia, te conjuro que me digas quién eres, y qué es lo que buscas por esta calle.
Sacristán
A eso te respondo, por la fuerza de mi dicha, que soy Lorenzo Pasillas, sotasacristán desta parroquia, y busco en es[t]a calle lo que hallo, y tú buscas y nohallas.
Soldado
¿Buscas por ventura a Cristinica, la fregona desta casa?
Sacristán
Tu dixisti.
Soldado
Pues ven acá, sotasacristán de Satanás.
Sacristán
Pues voy allá, caballo de Ginebra.
Soldado
Bueno: sota y caballo; no falta sino el rey para tomar las manos. Ven acá, digo otra vez, ¿y tú no sabes, Pasillas, que pasado te vea yo con un chuzo, que Cristinica es prenda mía?
Sacristán
¿Ytú no sabes, pulpo vestido, que esa prenda la tengo yo rematada, que está por sus cabales y por mía?
Soldado
¡Vive Dios, que te dé mil cuchilladas, y que te haga la cabeza pedazos!
Sacristán
Con las que le cuelgan desas calzas, y con los dese vestido, se podrá entretener, sin que se meta con los de mi cabeza.
Soldado
¿Has hablado alguna vez a Cristina?
Sacristán
Cuando quiero.
Soldado¿Qué dádivas le has hecho?
Sacristán
Muchas.
Soldado
¿Cuántas y cuáles?
Sacristán
Dile una destas cajas de carne de membrillo, muy grande, llena de cercenaduras de hostias blancas como la misma nieve, y de añadidura cuatro cabos de velas de cera, asimismo blancas como un armiño.
Soldado
¿Qué más le has dado?
Sacristán
En un billete envueltos, cien mil deseos de servirla.
Soldado
Y ella,¿cómo te ha correspondido?
Sacristán
Con darme esperanzas propincuas de que ha de ser mi esposa.
Soldado
Luego, ¿no eres de epístola?
Sacristán
Ni aun de completas. Motilón soy, y puedo casarme cada y cuando me viniere en voluntad; y presto lo veredes.
Soldado
Ven acá, motilón arrastrado; respóndeme a esto que preguntarte quiero. Si esta mochacha ha correspondido tan altamente, lo cualyo no creo, a la miseria de tus dádivas, ¿cómo corresponderá a la grandeza de las mías? Que el otro día le envié un billete amoroso, escrito por lo menos en un revés de un memorial que di a Su Majestad, significándole mis servicios y mis necesidades presentes (que no cae en mengua el soldado que dice que es pobre), el cual memorial salió decretado y remitido al limosnero mayor; y, sin atender a quesin duda alguna me podía valer cuatro o seis reales, con liberalidad increíble y con desenfado notable, escribí en el revés dél, como he dicho, mi billete; y sé que de mis manos pecadoras llegó a las suyas casi santas.
Sacristán
¿Hasle enviado otra cosa?
Soldado
Suspiros, lágrimas, sollozos, parasismos, desmayos, con toda la caterva de las demonstraciones necesarias que para descubrir supasión los buenos enamorados usan, y deben de usar en todo tiempo y sazón.
Sacristán
¿Hasle dado alguna música concertada?
Soldado
La de mis lamentos y congojas, las de mis ansias y pesadumbres.
Sacristán
Pues a mí me ha acontecido dársela con mis campanas a cada paso; y tanto, que tengo enfadada a toda la vecindad con el continuo ruido que con ellas hago, sólo por darle contento y porque sepaque estoy en la torre, ofreciéndome a su servicio; y, aunque haya de tocar a muerto, repico a vísperas solenes.
Soldado
En eso me llevas ventaja, porque no tengo qué tocar, ni cosa que lo valga.
Sacristán
¿Y de qué manera ha correspondido Cristina a la infinidad de tantos servicios como le has hecho?
Soldado
Con no verme, con no hablarme, con maldecirme cuando me encuentra por la calle, conderramar sobre mí las lavazas cuando jabona y el agua de fregar cuando friega; y esto es cada día, porque todos los días estoy en esta calle y a su puerta; porque soy su guarda cuidadosa; soy, en fin, el perro del hortelano, &c. Yo no la gozo, ni ha de gozarla ninguno mientras yo viviere; por eso, váyase de aquí el señor sotasacristán; que, por haber tenido y tener respeto a las órdenes que...
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