antologia
Para inventar a Dios, nuestra palabra busca, dentro del pecho, su propia semejanza y no lo encuentra,como las olas de la mar tranquila, una tras otra, iguales, quieren la exactitudde lo infinito medir, al par que cantan... Y Su nombre sin letras,escrito a cada instante por la espuma, se borra a cada instante mecido por la música del agua;y un eco queda solo en las orillas. ¿Qué número infinitonos cuenta el corazón? Cada latido, otra vez es más dulce, y otra y otra;otra vez ciegamente desde dentro va a pronunciar Su nombre.Y otra vez se ensombrece el pensamiento, y la voz no le encuentra. Dentro del pecho está.Tus hijos somos, aunque jamás sepamosdecirte la palabra exacta y Tuya, que repite en el alma el dulce y fijo girar de las estrellas.
Leopoldo Panadero (1909-1962). España
QUE HERMOSA...
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