Antonio azorion
La Generación del 98
Dr. Agustín Martínez-Samos
4 de diciembre de 2008
El incansable pensador y espectador: Antonio Azorín
¿Qué es la Generación del noventa y ocho? Es un grupo de intelectuales de finales del siglo XIX que presenció la crisis social de España. Dicha clase intelectual intentó solucionar el desmoronamiento socio-político del país. Enla introducción de Meditaciones sobre la literatura y el arte, Ortega y Gasset subraya que la crisis de España, “llegó a galvanizar el ánimo de algunos intelectuales para que intentasen influir en el pensamiento y hasta en la dirección política de su país… en este contexto se puede destacar la existencia de una generación de intelectuales” (Ortega y Gasset 14-15). Uno de estos sabios fue JoséMartínez Ruiz “Azorín”. Al igual que sus contemporáneos, Azorín comparte esa preocupación por la situación de su país. Tanto que, al autor se le debe el nombre, la formación y el estilo de la Generación del noventa y ocho, siendo a la vez el más representativo. Azorín tiene el poder de mostrarnos la realidad de España a través de sus ojos. Su propósito es conocer tanto su paisaje como la situaciónsocial tan decadente de su país. En la obra
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Antonio Azorín, Martínez Ruiz “Azorín,” revela la realidad crítica de España observando su estado decadente, la inutilidad humana y describiendo el paisaje que lo rodea.
Martínez Ruiz paralelo a muchos escritores noventa y ochos manifiesta esa intranquilidad ante la decadenciainsuperable de España. Este es otro hecho social expuesto en Antonio Azorín. En sus Meditaciones Sobre la Literatura y el Arte, Ortega y Gasset subraya sobre la ruina de España cuando habla de Azorín, “Algo es una ruina cuando queda de ello sólo el esfuerzo vital necesario para que la muerte perpetúe su gesto destructor… la tierra española ofrece a quien la visita el espectáculo de un ademán moribundoque no ha acabado todavía” (Ortega y Gasset 324-325). Notamos que Azorín transmite inmensas observaciones sobre esta España muerta a través de su obra entera. Comienza como un espectador de los pueblos españoles, “En todos los pueblos, en todos estos pueblos españoles, tan opacos, tan sedentarios, tan melancólicos, ocurre lo mismo. Se habla de la tristeza española, y se habla con razón” (68). Nocabe duda que el abatido autor sabe perfectamente que su país se encuentra en deterioro total. El mismo protagonista, Antonio Azorín presencia la ruina al visitar varios pueblos de España, “¿Cómo este pueblo rico, próspero, fuerte en
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otros tiempos, ha llegado en los modernos al aniquilamiento y la ruina? Yo le diré. Su historia esla historia de España entera a través de la decadencia austriaca” (208). La decadencia de los pueblos es la realidad española. Es donde claramente localizamos esos detalles que contribuyeron al problema como el sistema de explotar la tierra sin ayudar a fortalecerla,
Esta separación ha contribuido a concentrar en pocas manos la riqueza pecuaria; ha impedido su difusión ycrecimiento; ha dificultado la cultura, en cada región, de las especies más convenientes; ha privado, en fin, de los aprovechamientos de los ganados al beneficio de los campos… y ha traído aparejada en su ruina la de España (210).
Refleja la obra del Sr. Martínez Ruiz su angustia ante la inutilidad de la existencia humana de España. Particularmente, este inconveniente provoca una nostálgica meditaciónante el autor obligándolo a expresar sus más profundos pensamientos sobre la vida. Un gran ejemplo de esto se da cuando toca el tema de la apatía de los labriegos españoles, “¡Cómo es que posible que en transformar la cosecha se entretienen desde diciembre hasta
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últimos de abril!” y prosigue diciendo que “Cuando se les reprocha...
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