Antonio van leeuwenhoek
El primer cazador de microbios
Leewenhoek fue el primero en asomarse a un mundo nuevo, poblado de millares de especies de seres pequeñísimos, ningún poeta ni historiador alguno evoca la figura de Leewenhoek, porque su vida fue una lucha única, tenaz, contra las mayores dificultades. Cuando en Leeuwenhoek nació eldeseo de hacer investigaciones, la investigación científica aún no había llegado a ser una profesión, era aquel un mundo en que la ciencia empezaba a ensayar sus primeros pasos, la ciencia que no es otra cosa sino el intento de aproximarse a la verdad mediante la observación cuidadosa y el pensar despejado, su ignorancia fue una gran suerte para él porque aislado de toda la charlatanería docta de sutiempo, no tuvo otro guía que sus propios ojos, sus propias reflexiones y su propio criterio. ¡Que divertido debía ser mirar a través de una lente y ver cosas de tamaño mayor a simple vista! Pero, ¿comprar lentes? ¡No sería Leewenhoek quien tal hiciera! ¡Jamás se dio hombre más desconfiado! ¿Comprar lentes? ¡No; él se las fabricaría! Trabajaba a altas horas de la noche, inclinado sobre sus lentesacrisoles, y él mismo decía de sus convecinos: hay que perdonarles vista su ignorancia, vivía satisfecho, no tenía otro deseo que examinar con sus lentes cuanto caía en sus manos, paso horas enteras mirando la lana de ovejas y los pelos de castor y liebre que de finos filamentos se trasformaban por virtud de su pedacito de cristal, en troncos gruesos, diseco cuidadosamente la cabeza de una mosca,ensarto la masa encefálica en la finísima aguja de su microscopio, miro y quedo asombrado, era Leewenhoek como un cachorro que olfatea todo lo que tiene a su alrededor sin asco, sin tino ni respeto. Nunca se habrá conocido hombre más difícil de convencer que Leewenhoek, jamás escribió palabras acerca de lo que observaba, jamás hizo un dibujo hasta que después de mirar cientos de veces la mismacosa en idénticas condiciones, estaba seguro de que no había variación alguna, aun así no quedaba del todo satisfecho y solía decir: la gente que por primera vez mira por un cristal de aumento dice: ahora ve una cosa luego veo otra; es que el observador más experto puede equivocarse, pero las he hecho con satisfacción sin hacer caso de quienes le preguntaban, más yo no escribo para esas gentes,escribo solamente para los filósofos. Aun que Leewenhoek por aquellos años ya era un arisco y desconfiaba de todo mundo, al fin permitió a Graaf que mirase por aquellos ojos mágicos suyos y aquellas diminutas lentes sin igual en Europa, casi avergonzado de su propia fama Graaf se apresuro a escribir a sus colegas de la real sociedad sus descubrimientos. Hagan ustedes que Antonio van Leewenhoek lesescriba comunicándoles sus descubrimientos Leewenhoek contesto una carta muy larga escrita en holandés, el encabezamiento de la carta decía así: exposición de algunas observaciones hechas con un microscopio ideado por Mr. Leewenhoek, referentes a las suciedades que se encuentran en la piel, en la carne, al aguijón de una abeja, etc. la real sociedad quedo asombrada; mirando hacia atrás nos parecensencillísimos muchos de los descubrimientos fundamentales de la ciencia. Cuando nació Leewenhoek no existían microscopios sino simples lupas o cristales de aumento, a través de los cuales podía haber estado mirando el holandés hasta hacerse viejo, sin lograr descubrir un ser más pequeño que el acaro de queso, más ésta su extravagancia aparente se reveló más tarde como preparación para aquel díaimprevisto en que observó a través de su lente de juguete montada en oro, una pequeña gota de límpida agua de lluvia, ¿y a quien sino a un hombre tan extraordinario se le habría ocurrido dirigir su lente hacia un objeto tan poco interesante: una de los millones de gotas de agua que caen del cielo? Mira a través de su lente y murmura entre dientes unas palabras... y de pronto se oye la excitada voz de...
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