Antonio Vecindo

ANTONIO GUERRERO VENCIDO

No entiendo la derrota porque no conozco la victoria y

Siempre he sido una persona violenta, sobre todo de niño. Mataba gatos a
pedradas, o los metía en sacos de estiércol y los ahogaba en la acequia del pueblo, y me
pasaba las tardes enteras atrapando pájaros. Disfrutaba participando en las matanzas de
cerdos, me gustaba ver salir la sangre a borbotonesmientras el cuchillo se iba clavando
cada vez más profundamente en las entrañas del animal; disfrutaba como un crío, pero
eso era antes.
Tengo tres recuerdos de mi infancia que se repiten constantemente: las palizas
de mi padre, la botella de vino, y mi hermano Antonio. También me acuerdo de aquella
vez que nos tiró el candil metálico a la cabeza, quemándole la cara a mi hermano. La
cosa no quedóahí y Antonio se vengó: al día siguiente quemó nuestra casa y se marchó;
nunca se lo perdonaré. Hoy hace trece años. Ahora él y mi padre están muertos, muertos
como aquel sargento que asesiné y que chillaba como un cerdo, pero de éste ya hablaré
más adelante, ahora

no

(Ahora imagina. Imagina sentir el miedo a morir desde que te levantas hasta que
te acuestas… Eso, eso se lo que sienteAntonio al escuchar como los obuses están
arrasando el pueblo. Ya estaban avisados. Ahora él debe aguardar el temporal de sangre
y tierra y el apocalipsis de una guerra con tan sólo cinco años de edad. Antonio está
dispuesto a morir y agazapado en su escondrijo escucha cada vez más cerca el barullo
de explosiones y de alaridos, y rodeado de escombros y temores, Antonio decide

asesinar a suprimer enemigo. Sí, eso es lo que va a ocurrir, los mataría a todos, como
hicieron ellos meses atrás con su papá y su máma, y con su hermano pequeño.
Antonio tiene un pie amputado y lo llevaba envuelto en plásticos, en una pequeña
mochila que le cuelga del cuello. Está convencido de que cuando cese la guerra
encontrará trabajo, entonces Antonio ahorrará dinero para pagar a un médico que lecolocará de nuevo el pie en su sitio. Un pie amputado y una pistola, eso es lo que)

tengo

Antonio entre el nerviosismo y la pesadumbre permanecía enfrente de un muro
hecho de alambre de espino. Con pena suicida, los sufrimientos carnales de Antonio le
instigan a un final de trabas funestas y posiblemente mortales, y son tan reales como el
escaso metro que le falta a la escalera para poderlosevitar. «Demasiado corta,
necesito más»

tiempo

—Vivo de los ángeles que dejan dinero y tabaco en el suelo. Tengo la sabiduría
de tres libros y los ojos ensangrentados de frío y dolor. Muero entre cajas de cartón
todas las noches y me desvisto para lavarme en el arroyo una vez a la semana. Tengo a
perros como amigos, pero me abandonan rápido. Soy pobre, pobre de verdad, y hasta el
dinerosiente lástima de mí. Malvivo en las calles y tengo muchos nombres: vagabundo,
borracho, indigente, Antonio… A veces huelo a orín propio y ajeno y no tengo jabón ni
tampoco tengo zapatos; me los robaron. Me alimento de patatas cocidas con carne de

caridad y bebo la leche de los pechos de Santa Teresa de Jesús. Mi casa es la plaza y
mis amigos son todos los que me ofrecen sus ojos y susoídos sin miedo ni repulsa. No
me alistaron en el ejército por inválido, por aparentar veinte años más de los que tengo.
Comparto el tiempo acompañado de mi pequeño pellejo de vino y por no servir ya no
sirvo ni para coger un fusil. Beber es malo y lo peor es hacerlo solo, sin saber porqué...
Creo que lo hago para olvidar algo importante. Pero cuando me despierto vuelvo a
recordarlo: soy AntonioGuerrero vencido

y sigo vivo

Y allí estaba, en la guerra, en mitad del campo de batalla, escapando de la
trinchera a la orden del cabo primera. En apenas unos segundos los sesos de mi superior
se me pegaban en la cara, y retrocedí de nuevo a la trinchera, aunque ya no fuera segura.
Se escuchó otra oleada de disparos, cerré los ojos y recordé a mi padre ahogado en la
acequia. Nadie...