Antproyecto Lomce
de
ley
orgánica
para
la
mejora
de
la
calidad
educativa
I
La
educación
es
el
motor
que
promueve
la
competitividad
de
la
economía
y
el
nivel
de
prosperidad
de
un
país.
El
nivel
educativo
de
un
país
determina
su
capacidad de
competir
con
éxito
en
la
arena
internacional
y
de
afrontar
los
desafíos
que
se
planteen
en
el
futuro.
Mejorar
el
nivel
educativo
de
los
ciudadanos
supone
abrirles
las
puertas
a
puestos
de
trabajo
de
alta
cualificación,
lo
que
representa una
apuesta
por
el
crecimiento
económico
y
por
conseguir
ventajas
competitivas
en
el
mercado
global.
En
la
esfera
individual,
supone
facilitar
el
desarrollo
personal
y
la
integración
social.
El
nivel
educativo
determina
las
metas
y
expectativas
de la
trayectoria
vital
tanto
a
nivel
profesional
como
personal,
así
como
el
conjunto
de
conocimientos,
recursos
y
herramientas
de
aprendizaje
que
capacitan
a
una
persona
a
cumplir
con
éxito
los
objetivos
planteados.
Por
tanto,
la
educación
es
un bien
público
de
primera
importancia
y
una
fuente
de
ventajas
materiales
y
simbólicas
para
los
individuos,
ventajas
tanto
mayores
cuanto
más
avance
cada
uno
en
ese
proceso
y
mejores
resultados
obtenga
en
él.
Desde
la
transición
a
la
democracia, España
ha
alcanzado
unas
tasas
de
prácticamente
el
100%
de
escolarización
desde
los
3
años
y
ha
desarrollado
los
instrumentos
necesarios
para
garantizar
unos
niveles
mínimos
de
educación,
al
cubrir
las
necesidades
básicas
de
los
estudiantes
y asegurar
para
el
conjunto
de
los
centros
unos
niveles
mínimos
de
calidad
mediante
el
establecimiento
de
criterios
de
uniformidad.
Debemos
pues
considerar
como
un
logro
de
las
últimas
décadas
la
universalización
de
la
educación.
Sin
embargo,
el
sistema actual
no
permite
progresar
hacia
una
mejora
de
los
resultados,
como
ponen
en
evidencia
los
pobres
resultados
obtenidos
por
los
alumnos
españoles
en
las
pruebas
de
evaluación
internacionales
como
PISA
(Programme
for
International
Student
Assessment),
las elevadas
tasas
de
abandono
temprano
de
la
educación
y
la
formación
y
el
reducido
número
de
estudiantes
que
alcanza
la
excelencia.
La
objetividad
de
los
estudios
comparativos
internacionales,
que
reflejan
como
mínimo
el
estancamiento
del
sistema,
llevan a
la
conclusión
de
que
es
necesaria
una
reforma
del
sistema
educativo
que
huya
de
los
debates
ideológicos
que
han
dificultado
el
avance
en
los
últimos
años.
Es
necesaria
una
reforma
sensata,
práctica,
que
permita
desarrollar
al
máximo...
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