ANTROPÓLOGO MEXICANO
José Lameiras
Por Andrés Fábregas Puig
Figura indispensable en el contexto de la generación de estudiantes que ingresó a la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) en 1965, José Lameiras Olvera nació en el Distrito Federal en diciembre de 1938, de padre gallego y madre mexicana. Alto y eléctrico, a Pepe Lameiras -como le llamamos entreamigos- es imposible imaginárselo sin el cigarro, las gafas y el traje. Es el hijo mayor de una familia en la que tiene tres hermanos y dos hermanas. La madre vive, ya viuda, en la ciudad de México. El hecho de ser el mayor le significó a Pepe una relación estrecha con su padre. Lo admiró y a través de él, a Galicia y España, empobrecidas en aquellos años en que despuntaba el siglo XX. La tierragallega, húmeda y verde, hermanada con el mar, vio partir a su población en busca de otros mundos en donde establecerse. La pasión que el gallego siente por su tierra al estar fuera de ella se convierte primero en nostalgia y después en tristeza y fardo. Por eso Pepe no oyó de Galicia de parte de su padre, pero el caminar junto a él fue permanente lección de cuánto se puede amar a la tierra donde unonace. Aquel mundo distante se recreaba en el Tupinamba y el Campoamor, cantinas entrañables defeñas, lugares en los que Lameiras vivió la diversidad cultural desde pequeño.
Cursó las escuelas primaria y secundaria en colegios maristas del D.F. y allí experimentó las primeras formas autoritarias del poder, la prohibición sin más. Por ejemplo, veían cine pero censurado por uno de los sacerdotes dela institución. Desde esos días tuvo contactos esporádicos con los jesuitas, que años más tarde serían intensos al desempeñarse como profesor en la Universidad Iberoamericana (UIA). La escuela secundaria despertó su interés por el dibujo, el México prehispánico y la literatura. Su gusto por los libros aumentó en los años de preparatoria y más aún al escuchar las espléndidas lecciones de MauricioMagdaleno. Pero sobre todo se hizo consciente de su mexicanidad. Creció su interés por el país y se afinó su sensibilidad hacia el arte, la literatura y la historia. Se fue configurando en él la idea de estudiar arquitectura, mientras aumentaban sus visitas a la antañosa librería Robredo en donde adquiría novelas y libros de historia. "Ese fue mi descubrimiento de ser mexicano" -dice mientrasconversamos- y agrega, " viví la represión a los ferrocarrileros, a los maestros. Iba entrando a un México que jamás había imaginado."
En 1958 se inscribió en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en donde permaneció hasta 1961. A la postre esta experiencia resultó esencial en la formación intelectual de José Lameiras. Tuvo la oportunidad de combinarla con eltrabajo de mareógrafo en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Sucedió que gracias a su amistad con Manuel Oropeza, sobrino del paleontólogo Manuel Maldonado Koerdell, conoció a Eusebio Díva-los Hurtado, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Este último, a sugerencia de Maldonado Koerdell, incluyó a Lameiras y Oropeza en el equipo de museógrafos dela institución Se iniciaron trabajando en el Museo Nacional de las Culturas, legendario recinto situado en las calles de Moneda, en pleno centro de la ciudad de México Allí Lameiras conoció a personajes como Iker Larrauri, Jorge Angulo y Mario Vázquez, el mareógrafo mexicano más importante. El grupo de intelectuales con los que Pepe se relacionó se amplió para incluir a Francisco de la Maza,Daniel Rubén de la Borbolla, Ignacio Bernal y Jorge Enciso, es decir, antropólogos, historiadores, críticos literarios y arqueólogos Al mismo tiempo, en las aulas de arquitectura recibía lecciones de Ramón Marcos, Santos Ruiz, Francisco Centeno, Félix Candela y, el que más lo influyó, Mathías Goeritz. Por su labor en el INAH, acompañó a excavar a arqueólogos como Jorge Angulo, que trabajó en Tula,...
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