Antropoceno

Antropoceno
26.03.2013 | 02:13
José Luis Villacañas
Se le ha llamado también de otras formas, pero se ha impuesto esta otra palabra, más rotunda, más evocativa, más fundamental, Antropoceno. Elser humano, por su propia actuación, habría iniciado una era geológica cuyas consecuencias y límites están lejos de ser claros. En realidad no se sabe ni cuándo habría empezado, pero es fácil que elpunto de partida sea la primera globalización, aquella que se produjo cuando el animal humano, nómada incansable, alcanzó a poblar la totalidad de la Tierra. Entonces el Holoceno vio su final y dejóatrás la última era en la que todavía el ser humano era ecológicamente insignificante. Que esta nueva era implique reducción de la heterogeneidad biológica, una extinción masiva de especies, parece claro.Que tiene que ver con la centralidad de la especie humana, también. Por eso, el Antropoceno se asocia a otro concepto: antropización, la transformación del comportamiento de animales por su contactocon el ser humano. No sólo se reduce la diversidad biológica, sino que los supervivientes se dejan influir por aspectos y conductas humanas. Mi gata, Greta, tiene la extraña costumbre de desayunarsólo cuando yo lo hago y, como yo, se duerme en su cesta mirando la televisión. Ella también se ha antropizado.
Uno de los síntomas más radicales del completo despiste de la filosofía, producido por suincapacidad de integrar la mirada de las ciencias, se muestra en el celebrado canto de la muerte del hombre que anunció Martin Heidegger. Si se mira bien, parece que lo que está en peligro de muerte noes el ser humano, sino todo lo demás. Una vez todo desaparezca, es posible que también el ser humano lo haga. Pero será el último. Parece que algo debe ser en realidad lo humano cuando no está encondiciones de cambiar su conducta a pesar de las extrañas y tenebrosas perspectivas, consecuencias de sus acciones. Aquí la flexibilidad, que debería ser consecuencia de la inteligencia, parece que...