Antropología y Género breve revisión de algunas ideas antropológicas sobre las mujeres Maria Eugenia Carranza Aguilar
ANTROPOLOGIA Y GENERO.
BREVE REVISION DE ALGUNAS IDEAS ANTROPOLOGICAS SOBRE
LAS MUJERES
María Eugenia Carranza Aguilar
"Si soy feminista y antropóloga (...) los colegas antropólogos me acusarán de
etnocentrismo y las compañeras feministas de relativismo exagerado, de poca
convicción política."
BrittMarie Thuren.
1. Introducción La Antropología tiene como principal objetivo descubrir, analizar y
explicar las diferencias y las similitudes entre culturas. O lo que es lo mismo,
tiene la misión de encontrar lo que es universalmente humano y separarlo de
aquellas concreciones culturales que distinguen unas sociedades de otras.
Ahora bien, dada la división sexual del trabajo imperante hasta hace
pocas décadas en las sociedades occidentales, quienes han desarrollado mayoritariamente esta disciplina desde su nacimiento en el siglo XIX con las
teorías evolucionistas, han sido, como no podía ser de otra forma, varones,
antropólogos con una idea preconcebida de quiénes son los sujetos relevantes
para el estudio antropológico, cuyas actividades, respuestas y valoraciones
son, por tanto, las importantes. La Antropología fue, así, en un principio, en busca de la voz del nativo varón y, aunque nunca obvió a las mujeres por
completo, si se interesó por ellas fue en tanto madres. El interés antropológico
en las mujeres hasta la segunda mitad del siglo XX se limitó a los temas de
parentesco, es decir, no las estudió como sujetos con valor en sí mismas, sino
como madres, en tanto generadoras de hijos y como agentes que equilibraban las dialécticas de poder entre grupos e individuos a través de su intercambio.
Las mujeres fueron consideradas mercancías, monedas de cambio, objetos de
transacción en la mayoría de los casos, porque el etnocentrismo de los
estudiosos les hacía buscar lo equivalente de su cultura occidental en las
sociedades no occidentales que estudiaban, al tiempo que su ideología androcéntrica fijaba su atención en los elementos masculinos y despreciaba los
femeninos.
Pero el problema no es sólo que la Antropología haya sido construída como
cuerpo teórico por varones que han ido a buscar informantes de sexo
masculino, olvidando la perspectiva de la mitad femenina de la especie, que no
podía fabricar sus propias teorías y que, como posteriormente se ha visto, ha mostrado un interés mucho mayor en estudiar mujeres. Si esta fuera la
cuestión a resolver, entonces, con la inclusión de mujeres en la disciplina
estaría solucionada. Pero, no basta con que las mujeres hagan Antropología,
que no es poco, sino que es necesario que antropólogos y antropólogas se
cuestionen las bases en las que se apoya la ciencia en la que trabajan y, en
última instancia se cuestionen a sí mismos como sujetos inmersos en una
cultura que no es, ni mucho menos, neutra y objetiva y que les ha construido
de una forma concreta como seres adscritos al género.
2. Sobre las mujeres: voces desde la Antropología
En el siglo XVIII y antes de la aparición de la Antropología como
disciplina académica, el economista y filósofo Adam Smith realizó un análisis de orientación antropológica en el que sostiene que la institución del
matrimonio surge con la aparición de la propiedad y que el grado de
subordinación de las mujeres en la familia depende de factores económicos.
Así, de una mayor aportación económica de las mujeres en el matrimonio se
deriva una menor subordinación al marido y, de igual modo, de una aportación
económica menor se sigue una mayor subordinación de la esposa al esposo. Para Smith, lo económico es la causa de las relaciones de poder entre los
sexos. Resulta interesante observar que algunos estudios de campo recientes
han demostrado, en efecto, que la estratificación de género aumentaba en las
sociedades forrajeras cuando las mujeres contribuían con mucho más o con
mucho menos que sus compañeros y tendía a disminuir cuando la contribución ...
Regístrate para leer el documento completo.