antropologia
Los términos etnicidad, multiculturalidad y derecho a la diferencia, provocan virulentas discusiones entre particularistas y universalistas, entre la defensa del derecho a la diferencia, y la necesidad deimponer valores comunes tales como los derechos humanos presuntamente iguales para todas las personas.
Juliano nos dice que cuando se habla en contra de las diferenciaciones raciales, de ningún modo se está negando ni imposibilitando la supervivencia física de la diferencia étnica. Simplemente se postula que a efectos de la interpretaciones sociales, las diferencias biológicas no son (o no deberíanser) significativas. Es más, los seres humanos seguiremos siendo cada vez más diverso ya que la naturaleza tiende a aumentar la variedad fenotipica.
Pero en el caso de las culturas, el discurso que se construye sobre ellas es parte integrante de las culturas mismas. Negar el derecho a la diferencia cultural, produce objetivamente homogeneización. Se trata de ver si sería deseable un mundo en elcual todos tuviéramos las mismas particularidades culturales, o un mundo en el que seamos capaces de convivir con niveles importantes de diferencia, con una constante creatividad de nuevos elementos culturales.
Pero por legítima que sea la reivindicación de la diferencia, la variedad de propuestas pueden ir en distintos sentidos. Aquí cita el ejemplo de los movimientos feministas, los cuales hanpasado de reclamar “la igualdad” ante el sexo masculino, a reclamar que se reconozca como válida la diferencia de las mujeres, es decir que su posición de mujer sea validada igual que la de los hombres en la estructura social, es decir, que se les permita ser diferentes.
Sin embrago muchos grupos étnicos siguieron caminos diferentes, por ejemplo en Chile, cuando se aprobó una legislación quepermitía solicitar cambiar de apellido cuando este resultara deshonroso, quienes mas solicitaron este trámite fueron los mapuche, mas para intentar escapar a la fuerte discriminación social a la cual eran y son sometidos que por querer desconocer su patrimonio autóctono.
Son muchos los conflictos como estos, en los que la polémica entre el particularismo y el universalismo ponen a los antropólogosen el ojo de la tormenta.
Por esto, los antropólogos deben ser cuidadosos y analizar que tipo de ideas, modelos y marcos de referencia utilizan; ya que, como propone Geertz, las investigaciones científicas son mensajes construidos, y no reflejos de la realidad. Esto es tener en cuenta el factor arbitrario que hay en la selección de los contenidos y en las preguntas que formulamos; y tomarconciencia de que los resultados de la investigación puede variar según el recorte y los interrogantes que hagamos.
Así los antropólogos construyen activamente una interpretación y son responsable de las consecuencias sociales que puedan extraerse de ella, dice Juliano. Ya que los discursos antropológicos son simplemente discursos legitimados (que se escuchan y aceptan socialmente), y no “verdades”corroborables empíricamente. Esto presupone una fuerte importancia política, ya que estos discursos contribuyen a formar el imaginario colectivo, sus “nociones orientadoras”; es decir, argumentos que la gente considera válidos y que utiliza; y que pueden incluso llegar a forjar prejuicios populares. Así es como se ha llegado a sostener que la gente es irreductiblemente diferente porque tienen culturasdistintas que condicionan de manera definitiva sus conductas (interpretación “hija” del funcionalismo del campo antropológico). Lo mismo sucede con algunas nefastas argumentaciones políticas que llevan a procesos como el apartheid sudafricano o políticas de limpieza racial (nacidas del evolucionismo).
No todas las corrientes actuales asumen esta responsabilidad. Esto siempre se relaciona con...
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