Análisis de caso

Tipo de gobierno
De la obra Pedro y el Capitán (Benedetti, 1979), se deduce que se está ante un gobierno de derecha, apoyado por Estados Unidos, al menos en el tema de la tortura, donde los militares gozan de un poder absoluto o casi absoluto. No obstante al contextualizar la obra en tiempo y espacio, tomando en cuenta: tema, vida y obra del autor; momento de publicación; así como rasgoslingüísticos de los personajes, se infiere que la acción tiene lugar probablemente en un país de Suramérica gobernado por una dictadura militar.
Sin embargo, lo más importante desde la perspectiva moral es que ese gobierno ha institucionalizado la tortura a través del ejercito. Prueba de ello es que el interrogador tiene un grado militar; en su voz demuestra el poder que ostentan al describir cómo fueraptado: “de pronto, unos tipos golpean en tu puerta a la madrugada y te arrancan de esa plenitud […] y eres llevado a una unidad militar” (Benedetti, 1979, p. 18). Revela cómo fue entrenado para ejercer la “profesión” de torturador, lo cual implica apoyos y recursos que solo el Estado puede proveer; y además que dentro de la comunidad de torturadores, existen corrientes como la “línea dura” quesugieren “perforar” a la esposa en su presencia o torturar a su hijo ante ellos (Benedetti, 1979, p. 23). Según Etxeberría, la dictadura es la máxima expresión del totalitarismo de un Estado y se convierte en un caldo de cultivo para la tortura, “porque encuentran en ella, por un lado, la expresión más perfecta de su esencia, por otro, uno de sus apoyos más sólidos” (S/A, p. 15), lo cual refuerza lahipótesis de que se está en presencia de una de las dictaduras militares que asolaron esa región en las décadas de los 60 y 70.
En la medida que un régimen político desea ser más autoritario “el secretismo es menor; conviene quizá que no se sepan las torturas concretas, pero sí que se sepa que de hecho se tortura, para lograr la intimidación y la obediencia buscada” (Etxeberría, S/A, p. 22). Estees el caso reflejado en la obra. Pedro sabe que la tortura existe, pero no se divulga o exhibe públicamente, al contrario, se evita la presencia de un tercero “que funcione a modo de testigo” (Etxeberria S/A, p. 22), y se toman medidas para asegurar que el torturado no identifique al torturador. De aquí que se proteja el lugar: “unidad militar -que nunca sabrás cuál es-“(Benedetti, 1979, p. 24),y se resguarda la identidad del torturador con la capucha del torturado, así como con cambios en su identidad: el Capitán realmente es un coronel. El secretismo se administra; evitar la presencia de terceros supone que el torturado queda a merced del verdugo, quien goza de impunidad, mientras que la víctima queda sumida “en el mayor desamparo no sólo en el momento de ser torturada, sino tambiénen el momento de reclamar la justicia y la reparación debida por lo que se le ha hecho” (Etxeberría S/A, p. 22). También hay temor a represalias, ya que según el Capitán “el castigo genera rencores, y uno nunca sabe qué puede traernos el futuro” (Benedetti, 1979, p. 33).
La institucionalización de la tortura se justifica en voz del Capitán por dos motivos: el estado de guerra y la ideología. Elprimero queda claramente expresado cuando dice: “alguien lo tiene que hacer. Forma parte de la guerra” (Benedetti, 1979, p. 18), es decir, justifica el uso de la tortura “como «política represivo-informativo-judicial» en las instituciones públicas” (Etxeberria S/A, p. 23). Mientras que la justificación ideológica se pone de manifiesto cuando dice que “se considera un anticomunista” (Benedetti,1979, p. 64).
Al establecer con precisión la conexión entre tortura y dignidad, Etxeberria considera que el no a la tortura es “uno de los pocos mandatos absolutos, que no permite excepciones, que niega cualquier justificación a su quebrantamiento” (S/A, p. 25), pero hacerlo de forma institucionalizada es llevar a un grado superlativo la corrupción de un gobierno, ya que su bien interno es...