Análisis de los actos heroicos en la Ilíada

Karol Grijalba
Julian Erazo
Sustentación de los actos heroicos en La Ilíada

Introducción
La bella muerte es un concepto tratado por Jean-Pierre Vernant, en el que nos muestra la muerte heroica de Héctor como el desenlace para llegar al más grande de los honores según los griegos. No obstante, los conceptos de esa época se convierten en un sinsentido actual, porque se mueven en uncontexto al que llamamos clásico, en el que la vida y la muerte, cobraban un sentido y valor diferentes.
Para comprender a qué nos referimos con morir por la causa heroica, es menester hacer la claridad de que los héroes de la antigüedad se regían bajo un sistema de valores en los que se promovía la gallardía, la fuerza en batalla, la locuacidad y honestidad y la protección del más débil. Sinembargo, todos estos valores giraban en torno a un sólo propósito, el más importante en la vida de estos personajes, y cuidar de su Areté; o dicho de otra forma: su honor.
Este honor del que hablamos consistía en resguardar el título que ostentaban, procurar enaltecer el nombre de su ascendencia y proteger a su pueblo. Dado el caso que el héroe traicionara aquello, en alguna forma, su Areté descenderíahasta el punto del olvido.
Para estos héroes el olvido no es una opción por la que puedan optar. El olvido es la vergüenza de saber su orgullo hendido y deformado por sus propias manos. Y, esto es así por la razón de la figura que el héroe representaba, una figura pública.
Con base en lo anterior, y en el texto de Jean-Pierre Vernant, nos propondremos plantear tres actos heroicos de la Ilíada,elegidos bajo los conceptos tratados en clase, para explicar el porqué de su razón de ser, qué valores promueven y nuestra percepción personal sobre los mismos.
Mientras buscamos, al tiempo, incluir en las sustentaciones un pequeño comentario sobre el contraste que la modernidad da al heroísmo, mediante la exposición de las características modernas del héroe y sus contrapartes griegas.Cita: Ulises reprende a Tersites
“-¡Atrida! ¿De qué te quejas o de qué careces? Tus tiendas están repletas de bronce y en ellas tienes muchas y escogidas mujeres que los aqueos te ofrecemos antes que a nadie cuando tomamos alguna ciudad. ¿Necesitas, acaso, el oro que alguno de los troyanos, domadores de caballos, te traiga de Ilio para redimir al hijo que yo a otro aqueo haya hecho prisionero? ¿O,por ventura, una joven con quien te junte el amor y que tú solo poseas? No es justo que, siendo el caudillo, ocasiones tantos males a los aqueos. ¡Oh cobardes, hombres sin dignidad, aqueas más bien que aqueos! Volvamos en las naves a la patria y dejémoslo aquí, en Troya, para que devore el botín y sepa si le sirve o no nuestra ayuda; ya que ha ofendido a Aquiles, varón muy superior, arrebatándolela recompensa que todavía retiene. Poca cólera siente Aquiles en su pecho y es grande su indolencia; si no fuera así, Atrida, éste sería tu último ultraje.
243 Tales palabras dijo Tersites, zahiriendo a Agamenón, pastor de hombres. En seguida el divino Ulises se detuvo a su lado; y mirándolo con torva faz, lo increpó duramente:
246 -¡Tersites parlero! Aunque seas orador facundo, calla y noquieras tú solo disputar con los reyes. No creo que haya un hombre peor que tú entre cuantos han venido a Ilio con los Atridas. Por tanto, no tomes en boca a los reyes, ni los injuries, ni pienses en el regreso. No sabemos aún con certeza cómo esto acabará y si la vuelta de los aqueos será feliz o desgraciada. Mas tú denuestas al Atrida Agamenón, porque los héroes dánaos le dan muchas cosas; por estolo zahieres. Lo que voy a decir se cumplirá: Si vuelvo a en-contrarte delirando como ahora, no conserve Ulises la cabeza sobre los hombros, ni sea llamado padre de Telémaco, si no te echo mano, te despojo del vestido (el manto y la tú-nica que cubren tus partes verendas) y te envío lloroso del ágora a las veleras naves después de castigarte con afrentosos azotes.”
Sustentación:
“(….) Sólo...