BAYFIELD MUD COMPANY En noviembre de 1999 un representante del servicio de atención al cliente de la Bayfield Mud Company, fue citado al almacén de Wet‐Land Drilling S.A. para inspeccionar tres furgones de sustancias utilizadas para el tratamiento de lodos que Bayfield había enviado a la firma de Houston. Las oficinas centrales de Bayfield y su planta mayor se encuentran en Orange (Texas), justo al oeste de la frontera que separa Luisiana de Texas. Wet‐Land había presentado una reclamación porque unos sacos de 50 libras de sustancias para el tratamiento de lodos que acababa de recibir de Bayfield pesaban menos de lo debido, aproximadamente un 5% menos. Este peso inferior fue detectado en un principio por uno de los empleados del almacén de recepción de sustancias Wet‐Land, al observar que los registros de las básculas del ferrocarril indicaban que los pesos netos eran notablemente inferiores en los tres furgones que los de unos cargamentos idénticos que se habían recibido el 25 de octubre de 1999. Se requirió al departamento de expediciones de Bayfield que determinara si se utilizaron palés más ligeros durante los envíos (eso podría explicar el menor peso neto). Bayfield indicó, sin embargo, que no se habían introducido cambios en los sistemas de cargas ni en los palés. Así las cosas los ingenieros de Wet‐Land escogieron al azar 50 sacos, y descubrieron que el peso neto medio era de 47,51 libras. Comprobaron, por envíos anteriores, que el proceso producía un peso neto medio por bolsa de 50 libras exactamente, con una desviación estándar aceptable de 1,2 libras. En consecuencia, llegaron a la conclusión de que la muestra registraba una merma de peso considerable (el lector puede si quiere verificar este extremo). Se pusieron en contacto con Bayfield, y ellos enviaron a Wells para que comprobara lo justificado de la queja. Éste lo hizo nada más llegar y abonó inmediatamente un 5% del importe a la cuenta de Wet‐Land. La dirección de Wet‐Land no estuvo, sin embargo, del todo de acuerdo con la operación. Los gráficos sobre los que se habían basado los ingenieros ocupados del tratamiento de los lodos en las plataformas de perforación se habían elaborado sobre la base de unas bolsas de sustancias de tratamiento de 50 libras de peso. Un peso inferior en los sacos podría traducirse en un control deficiente de ese material químico durante las operaciones de perforación, lo que afectaría negativamente a su eficacia (los agentes para el tratamiento de los lodos se utilizan para controlar el pH y otras propiedades químicas del cono durante las operaciones de perforación). Este defecto podría dar lugar a graves consecuencias económicas, a causa del costo extremadamente elevado de las operaciones de perforación de los pozos de petróleo y de gas natural. Así pues, la entrega de esos envíos a las plataformas de perforación debía acompañarse de instrucciones especiales de uso. Además, los envíos con peso inferior tuvieron que dejarse a un lado dentro del almacén de Wet‐Land, ocasionando gastos adicionales de traslado y reduciendo el espacio utilizable. Wells fue informado de que Wet‐Land podría buscar un nuevo proveedor de sustancias para el tratamiento de lodos si, en el futuro, continuaba recibiendo bolsas cuyo peso se desviara considerablemente de las 50 libras. El departamento de control de calidad de Bayfield sospechó que las bolsas más ligeras podrían haber sido consecuencia del “aumento de problemas” de la planta de Orange. Debido a la anterior crisis energética, las actividades de exploraciones petrolíferas y de gas natural se habían incrementado notablemente. A su vez, la intensificación de esas actividades produjo una mayor demanda de productos por parte de ciertos sectores ...
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