Aparcamientos subterráneos

APARCAMIENTOS SUBTERRÁNEOS. NI ÁNGELES NI DEMONIOS

La oposición suscitada a la construcción de aparcamientos subterráneos en nuestra ciudad, es en sí un conjunto de argumentos basados en la negación de la realidad, son “demonios” predicados con facilidad porque concitan eslóganes más fáciles de recordar que la tediosa explicación que los desmonta. Vamos dar suficientes datos y explicacionespara que la opinión pública sea una opinión informada.

Los fondos obtenidos para la construcción de los dos aparcamientos, básicamente 15 millones de euros de fondos Jessica, se devuelven con los beneficios que pudiera obtener el aparcamiento. Es decir, transcurrido un año, se abonan todos los gastos en que se pudiera haber incurrido (personal, etc.) y si queda algún beneficio, se destina a ladevolución de 10.3 millones de euros de los 15 que nos proporciona Jessica. Si no hay beneficio ninguno, ese año no se amortiza nada. Si al cabo de 15 años no se consiguen alcanzar esos diez millones con los posibles beneficios, lo que falte por devolver lo habrá perdido el órgano que lo concede, en este caso el BEI (Banco Europeo de Inversión). Por lo tanto eso de que “al final los parking lospagamos los ciudadanos” no es cierto.

Además de esta cuestión, el interés de toda empresa que explota un aparcamiento es conseguir la máxima ocupación posible. Por ello la implementación de precios más baratos fuera de la temporada estival (es decir, durante el año, cuando el uso es más local), el precio máximo en fines de semana, los abonos a precios competitivos; la venta de plazas aresidentes; son cuestiones todas ellas que favorecen esa ocupación anual y que – evidentemente – favorecen a los portuenses.

Hay una cuestión relativamente no infundada, que es la referente a cuantas plazas de aparcamiento se eliminan frente a las que se crean subterráneas. Y digo relativamente infundada porque efectivamente existe un documento en que se recoge la eliminación de los aparcamientos enla fachada del río de la margen derecha, puesto en relación con la construcción de los aparcamientos subterráneos. Lo que realmente dice el documento es que se intentará que las actuaciones previstas de llevarse a cabo en esta zona, lo sean lo antes posible. Sin embargo desde el Ayuntamiento no sólo se han considerado siempre como actuaciones diferenciadas, sino que no existe financiaciónactualmente para la conversión de la margen del río en un paseo fluvial, tal como se ha hecho ya en la Bajamar frente al antiguo Hospital, como bien saben quienes se están dedicando a difundir el documento mencionado, por lo que evidentemente dichas bolsas de aparcamiento no se van a modificar ni a corto ni a medio plazo. Por lo tanto, los aparcamientos previstos absorben perfectamente las plazas que seeliminan en superficie.

La evasión masiva de turistas, que se pregona incluso con las zonas naranjas, se desmiente por varias cuestiones: primera, el alto número de abonados de estas zonas y las cifras de uso y ocupación de las zonas naranjas; segunda, que el resto de ciudades de nuestro entorno, todas ellas, tienen regulados los aparcamientos de playa (de hecho generalmente del conjuntourbano) con zonas de mayor rotación que la naranja (como la azul) y con costes muy superiores que los portuenses, por lo que de producirse esa migración turística a otros destinos, sería para caer de la sartén al fuego. Pocos son los ciudadanos que no entienden que, en este siglo y nivel de desarrollo, para aparcar hay que pagar y que no existe ningún impuesto municipal por ni para aparcar en la víapública.

Una de las cuestiones por las que se realizan estos y los demás aparcamientos previstos en el Plan de Movilidad, consensuado con todos los partidos y sectores, es porque se da prioridad al ciudadano frente a los coches. No es normal que, por ejemplo, una enorme plaza pública como la que rodea la plaza de toros esté totalmente tomada por los coches. Máxime cuando estos aparcamientos...