Apariencia Y Verdad En La Niña Mala De Vargas Llosa

Apariencia y verdad en la niña mala
Travesuras de la niña mala
de Mario Vargas Llosa

Dr. Luis Quintana Tejera
qluis11@hotmail.com
Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de México


La literatura de todas las épocas se ha movido bajo las reglas que rigen el eterno juego de las apariencias y las verdades. En realidad el hombre no es como se presenta ante lasociedad; por el contrario, permite que afloren facetas diversas de lo que debería ser su propia idiosincrasia.
El ser humano lleva una máscara que oculta los auténticos sentimientos. No resulta para nada ajena a las nociones que trabajaremos en el presente capítulo la vieja tradición de las “máscaras” (DRAE, 2001: 1462)[1] impuesta por el teatro griego. En relación con este aspecto el término υποκριτησsignificaba “actor teatral” y de él derivará el vocablo español “hipócrita” (Corominas, 1996: Vol. II, 245-246)[2]. En el drama griego, el actor portaba una máscara que le permitía ocultar su rostro humano para prevalecer a través de esta máscara la tristeza o la alegría según fuera el caso. De tal forma, observaremos como en el desarrollo de los diversos acontecimientos que se encadenan en elrelato domina la noción de “hipócrita” no sólo con el sentido actual de la palabra, sino también con el alcance de “actor teatral” que en algunas ocasiones muestra una faceta de su personalidad y, en otras, una distinta.
No podemos dejar de lado la noción carnavalesca en donde prevalece el uso del disfraz y la máscara y que desarrolla Mijail Bajtin. Si bien no es el objetivo de este trabajo seguirla línea teórica propuesta por el ruso, señalaremos tan solo que según sus palabras el carnaval ocupaba un lugar relevante en la existencia del hombre medieval. Los ritos y acciones carnavalescas están regidos por un principio cómico que los aleja de todo carácter mágico, místico o eclesiástico, por contrario son más bien una parodia a los cultos religiosos aunque al mismo tiempo tenían unaestrecha relación con éstos; la única regla del carnaval consiste precisamente en no respetar ninguna norma. En esta dirección, el carnaval puede interpretarse como un triunfo transitorio, es decir, que dura mientras permanece esta fiesta y en él lo sagrado se vuelve subversivo, el disfraz y la máscara —siempre siguiendo la interpretación de Bajtin— hacen de la inversión su juego preferido; y elteórico afirma categóricamente: “Las fiestas, en todas sus fases históricas han estado ligadas a períodos de crisis, de trastorno, en la vida de la naturaleza, de la sociedad y del hombre. (Cfr. Bajtin, 1987)
El personaje femenino de Travesuras de la niña mala de Mario Vargas Llosa llega a vivir de tal manera su mitomanía compulsiva y se hace cargo de su condición actoral hasta el extremo de olvidarquién fue en el pasado. Para ella la vida bien puede expresarse en términos bajtinianos en donde lo transitorio es más importante que lo permanente.
La capacidad para narrar de Mario Vargas Llosa se pone a prueba una vez más y sale triunfante al describir la historia de Otilia, una joven humilde del barrio de Miraflores que tenía “delirios de grandeza” y que al no conformarse con su suerterecorre el mundo conociendo y amando a su manera a una curiosa serie de hombres peculiares, quienes intentan no sólo mantenerla junto a ellos, sino también satisfacer todos sus caprichos.
Ricardo Somocurcio —2º personaje de la novela y narrador focalizador interno fijo de ésta—, cae en el viejo error de enamorarse de la joven y, ella a su vez, prácticamente después de cada aventura, vuelve a élpara beber en el extraño oasis de paz que el llamado “flaco” le ofrecía.
Con respecto al focalizador interno fijo dice Genette:
El segundo será el relato de focalización interna, ya sea fija (ejemplo canónico: Los embajadores, en que todo pasa por Stresther o, mejor aún, Lo que sabía Maisie, en que no abandonamos casi nunca el punto de vista de la niña, cuya “restricción de campo” es...