APOCALIPSIS 3 20

POR JOSÉ RUBÉN ARANGO

APOCALIPSIS 3:20

«He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a
él, y cenaré con él, y él conmigo».
INTRODUCCIÓN

E

ste pasaje tradicionalmente ha sido contextualizado en el marco de la

evangelización, como texto base en las cuatro leyes espirituales o en
prédicas de invitación, para resaltar que Jesús llama a todoslos hombres al
arrepentimiento, a la conversión verdadera y libre, a recibirle como el único y
suficiente Salvador y Señor de la vida. Y, aunque el concepto teológico es
válido, no se ajusta al contexto mismo del pasaje.
En el evangelio del apóstol Juan (10:1-18, cf. Salmos 23) encontramos el
trasfondo. Vemos al Señor extendiéndose como autor de la gracia, la
misericordia y la salvación,invitando al hombre a abrir su corazón para entrar
en esa plena comunión de vida eterna que se inicia desde el mismo momento de la recepción redentora,
expresada en el nuevo nacimiento, la conversión y la confesión.
Allí puntualmente encontramos que Jesús afirma su deidad (“Yo soy”) y declara que es la Puerta y la Puerta de
las ovejas. Además, reitera que solo quien entrare a través de Él serásalvo y comenzará a disfrutar de todas las
bendiciones conque nos bendijo desde antes de la creación del mundo (Efesios 1:3-14), utilizando la figura
“hallará pastos”. Finalmente, afirma que es el “buen pastor” y hace una descripción del verdadero pastor en
contraste con los falsos pastores.
Esta alegoría se enmarca en un escenario judío, pero revelando la naturaleza del plan de Dios parainvitar al
hombre a retornar a “su redil”. Este pasaje puede ser analizado comparativamente con textos como Ezequiel 34,
Mateo 18:10-14 y Lucas 15:1-7.

1

CONTEXTO
Ahora bien, el pasaje que nos ocupa, como puede observarse por los párrafos anteriores, en la interpretación que
tradicionalmente se ha dado, no existe alguna herejía o error teológico, pero sí una descontextualización que se
hapasado por alto, quizá desde hace mucho tiempo, en los mensajes orientados a la iglesia cristiana.
Apocalipsis 3:20 corresponde a un mensaje específico para la iglesia de Laodicea, una ciudad ubicada al
suroccidente de Frigia en la provincia romana de Asia (Turquía). Al consultar un diccionario bíblico encontramos
las siguientes precisiones:
«Fue fundada por el seléucida Antíoco II en el sigloIII a.C., y llamada así por su mujer Laodice. Se encontraba en el fértil valle del Lico
(tributario del Meandro), cerca de Hierápolis y Colosas. Estaba situada en un importante cruce de caminos: la carretera principal a través
del Asia Menor se dirigía hacia el occidente hasta los puertos de Mileto y Éfeso, a unos 160 km de distancia, y hacia el oriente por una
suave pendiente hasta la mesetacentral, y desde allí hacia Siria; otra ruta iba hacia el norte, a Pérgamo, y hacia el sur hasta la costa en
Atalia. Esta posición estratégica hizo de Laodicea un centro comercial extraordinariamente próspero, especialmente bajo el dominio de
los romanos. Cuando un desastroso terremoto la destruyó en 60 d.C., pudo permitirse el lujo de recuperarse sin ayuda de Nerón. Fue un
importante centro dela banca y el intercambio comerciales. Sus productos distintivos incluían vestimentas de lana negra brillante y fue
un centro médico oftalmológico notable. Su ubicación tenía una desventaja: como estaba determinada por el sistema de carreteras, le
faltaba una provisión adecuada y permanente de agua potable. Se canalizaba el agua hasta la ciudad desde manantiales termales que
se encontraban acierta distancia hacia el sur, la que probablemente llegaba tibia. Los depósitos que todavía se encuentran en sus
ruinas dan testimonio de la temperatura de las aguas. Finalmente se abandonó la ciudad, mientras que la actual (Denizli) se formó cerca
de los manantiales.
El evangelio debe haber llegado a Laodicea en época temprana, probablemente en la época en que Pablo residió en Éfeso (Hechos...