Apología De Sócrates

Páginas: 44 (10987 palabras) Publicado: 10 de octubre de 2015

Apología de Sócrates
Platón
Guillermo Paradela Díaz – nº 23- 2º BAC-Grupo B


No sé, atenienses, la sensación que habéis experimentado por las palabras de mis acusadores. Ciertamente, bajo su efecto, incluso yo mismo he estado a punto de no reconocerme; tan persuasivamente hablaban. Sin embargo, por así́ decirlo, no han dicho nada verdadero. De las muchas mentiras que han urdido, una me causóespecial extrañeza, aquella en la que decían que teníais que precaveros de ser engañados por mí porque, dicen ellos, soy hábil para hablar. En efecto, no sentir vergüenza de que inmediatamente les voy a contradecir con la realidad cuando de ningún modo me muestre hábil para hablar, eso me ha parecido en ellos lo más falto de vergüenza, si no es que acaso estos llaman hábil para hablar al quedice la verdad. Pues, si es eso lo que dicen, yo estaría de acuerdo en que soy orador, pero no al modo de ellos. En efecto, como digo, estos han dicho poco o nada verdadero. En cambio, vosotros vais a oír de mí toda la verdad; ciertamente, por Zeus, atenienses, no oiréis bellas frases, como las de estos, adornadas cuidadosamente con expresiones y vocablos, sino que vais a oír frases dichas al azarcon las palabras que me vengan a la boca; porque estoy seguro de que es justo lo que digo, y ninguno de vosotros espere otra cosa. Pues, por supuesto, tampoco seria adecuado, a esta edad mía, presentarme ante vosotros como un jovenzuelo que modela sus discursos. Además y muy seriamente, atenienses, os suplico y pido que si me oís hacer mi defensa con las mismas expresiones que acostumbro a usar,bien en el ágora, encima de las mesas de los cambistas, donde muchos de vosotros me habéis oído, bien en otras partes, que no os cause extrañeza, ni protestéis por ello. En efecto, la situación es esta. Ahora, por primera vez, comparezco ante un tribunal a mis setenta anos. Simplemente, soy ajeno al modo de expresarse aquí́. Del mismo modo que si, en realidad, fuera extranjero me consentiríais, porsupuesto, que hablara con el acento y manera en los que me hubiera educado, también ahora os pido como algo justo, según me parece a mí, que me permitáis mi manera de expresarme -quizá́ podría ser peor, quizá́ mejor- y consideréis y pongáis atención solamente a si digo cosas justas o no. Este es el deber del juez, el del orador, decir la verdad.
Ciertamente, atenienses, es justo que yo medefienda, en primer lugar, frente a las primeras acusaciones falsas contra mí y a los primeros acusadores; después, frente a las ultimas, y a los últimos. En efecto, desde antiguo y durante ya muchos anos, han surgido ante vosotros muchos acusadores míos, sin decir verdad alguna, a quienes temo yo más que a Ánito y los suyos, aun siendo también estos temibles. Pero lo son más, atenienses, los quetomándoos a muchos de vosotros desde niños os persuadían y me acusaban mentirosamente, diciendo que hay un cierto Sócrates, sabio, que se ocupa de las cosas celestes, que investiga todo lo que hay bajo la tierra y que hace más fuerte el argumento más débil. Estos, atenienses, los que han extendido esta fama, son los temibles acusadores míos, pues los oyentes consideran que los que investigan eso nocreen en los dioses. En efecto, estos acusadores son muchos y me han acusado durante ya muchos anos, y además hablaban ante vosotros en la edad en la que más podíais darles crédito, porque algunos de vosotros erais niños o jóvenes y porque acusaban in absentia, sin defensor presente. Lo más absurdo de todo es que ni siquiera es posible conocer y decir sus nombres, si no es precisamente el de ciertocomediógrafo. Los que, sirviéndose de la envidia y la tergiversación, trataban de persuadiros y los que, convencidos ellos mismos, intentaban convencer a otros son los que me producen la mayor dificultad. En efecto, ni siquiera es posible hacer subir aquí́ y poner en evidencia a ninguno de ellos, sino que es necesario que yo me defienda sin medios, como si combatiera sombras, y que argumente sin...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Jenofonte Apología De Sócrates
  • Sócrates

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS