Apostoles

Todos los días caminaba por el mismo lugar, era siempre la misma gente, la misma hora y los mismos autos, una tarde de abril escuche un susurro_ tiene una moneda que me de_
No era un niño de más de8 años, sus ojos todavía mostraban dulzura, a pesar de la desnutrición éste se veía sano y capaz de correr una yarda. Busque en la cartera algo para darle y partí nuevamente mi camino.
En mi paísrecién se había estallado la guerra civil y Allende no supo controlar la situación, por mucho tiempo no me di cuenta del verdadero problema que se estaba gestando en el país mas largo del mundo y micabeza solo pensaba que la miseria tiene que seguir para que el orden natural de las cosas no se vea interferido, sin embargo, luego ver a ese niño algo nació en mi que nunca mas pude olvidarme de sucara.
Desde pequeña solo fui la hija del hombre que cuida el fundo cuando los patrones no están, me robaba la galletas de la cocina y cada vez que me descubrían recibía fuerte golpe en las manos y unacachetada en la boca, siempre lo volvía hacer porque consideraba que tenia el mismo derecho de comer esas galleta, ya que las había estado preparando toda la mañana, cosa que les importaba poco a lospatrones.
A mitad del camino me devolví para darle algo de comer al niño y al llegar al lugar éste no estaba. Mire para todos lados y las calles se estaban vaciando por el frio que hacia. Volví casaun poco extrañada me acosté y espere que estuviese soñando.
Me levante deje mi cuerpo reposando y decidí recorrer las calles de Santiago, en los lugres mas oscuras vi muchos muchachos drogados y masde algún pareja de mostrándose su amor pasional, dentro de todo lo visto empezó a buscar al niño en la cara de los jóvenes perdidos, pero él no estaba. se veían por todos lados carteles referente a laderecha o a la izquierda,
Entre a un bar que por fuera no tenia ni un cartel y me senté en la mesa mas alejada del escenario, la razón, ninguna. Sentí un fuerte dolor en el pecho y volví corriendo...