Aprende a vender sin vender
La semana pasada estaba yo en mi oficina cuando de repente oigo un fuerte golpe. Se oyó como el típico ruido de un choque fuerte. En cuanto oí el golpe, me asomépor la ventana imaginándome lo peor. Una camioneta había chocado con mi carro que estaba estacionado fuera de mi oficina. Salí de la oficina y le pregunté a la persona cómo se encontraba.
Despuésde ver que estaba bien, le dije que era mi carro y que hablaría con mi ajustador. Al hablar a la aseguradora, me dicen que mi póliza estaba vencida y que no había sido renovada. Se me hizo raro, dadoque mi seguro se renueva automáticamente cada año.
En ese momento, me acordé de Jorge Casillas, una persona que me vino a ofrecer unos planes de inversión y que pertenece a la empresa de mi seguro.Me contestó y lo primero que me dijo fue, ¿estás bien? A los diez minutos ya estaba en mi oficina y eso que ni siquiera es mi ajustador, mucho menos su cliente.
Cuando llegó, le comenté lasituación y después de unas llamadas, me dijo que los de mi banco estaban con otra aseguradora y así fue. Hablé a la aseguradora que me comentó y ahí estaba mi seguro. Mi banco no tuvo la delicadeza deavisarme que habían cambiado mi póliza. Es más, hace menos del mes fui por mi póliza al banco y me dijeron que no la encontraban, pero que ya debía de estar renovada.
Jorge, me asesoró en todo elproceso del choque. Estuvo conmigo las dos horas que estuvimos ahí a que todo se resolviera.
La verdad es que, Jorge no tenía porque acudir al lugar del accidente. Él sabía que no iba a realizar unaventa en ese momento, sin embargo, estuvo al pendiente de todo lo que pasó. Lo que él estaba haciendo en ese momento, era crear una lealtad conmigo y lo logró. De seguro, en el transcurso de mi vidaadquiriré sus servicios y lo mejor para él, es que lo recomendaré con todos mis conocidos.
Tenemos que entender que como empresas, hay que ser más inteligentes y que ya no nos podemos enfocar en el...
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