Aprendizaje Humano y Animal

APRENDIZAJE HUMANO Y ANIMAL.
¿En qué se diferencia el aprendizaje humano del animal? ¿Qué y cuanto le puedes enseñar a un gato? ¿A un perro? ¿A un simio? ¿A un niño?
Podemos afirmar que elaprendizaje humano difiere del animal partiendo de la especialidad biológica desarrollada por el ser humano: una avanzada capacidad de raciocinio. Esta actividad le permite al ser humano la formación deideas, símbolos y abstracciones de todo cuanto le rodea así como de aquello que se halla en su imaginación, mediante un constante ejercicio de razón. De ahí que ciertos hábitos, nociones, costumbres ousos del entorno, que el ser humano aprende se inscriban dentro de un contexto cultural que no se rige por la experiencia física –como aprender que una gran cantidad de electricidad es perjudicialdespués de haberse electrocutado- o de la imitación de un patrón comportamental, sino que se basa en la observación, reflexión e identificación del individuo en una sociedad cargada de signos, símbolos ycostumbres que logra inferir y adopta en su vida como resultado de un aprendizaje atravesado por la razón y la habilidad humana para abstraer significados de cosas aparentemente sencillas y desprovistasde sentido alguno.
A un gato y a un perro podemos enseñarle, por medio de un proceso de adiestramiento basado en la noción de recompensa o castigo, a realizar ciertos trucos como acudir a nuestrollamado o atacar, a realizar sus necesidades fisiológicas en un lugar determinado, a buscar su comida en determinados horarios (esta última actividad, a fuerza de costumbre en el animal, adopta uncarácter biológico que predispone al organismo del perro o del gato a la digestión en los horarios establecidos por el dueño para su comida), también podemos fiarnos del uso del buen olfato canino para ladetección de ciertas sustancias, así como de la buena vista gatuna para alertarnos sobre algún intruso. Sin embargo, todo este aprendizaje no es más que el resultado de un proceso de estímulo...