aprendizaje significativo
La respuesta es precisamente la contraria, en primer lugar la diversidad nos enriquece, en segundo término no existen dos personas exactas, (ni siquiera entre gemelos ymellizos). Es importante aceptar la diferencia como un rasgo distintivo de la realidad humana, apreciar la diversidad como algo intrínseco a nuestra condición e incluso necesario para compartir un mundo más divertido, más heterogéneo y menos uniformado o aburrido.
La condición previa para una paz permanente es la igualdad, solo las desigualdades pueden desequilibrar tanto la situación que provoquenrespuestas desesperadas y violentas de rebelión ante la iniquidad. Por eso a veces se justifica la guerra como un medio de llegar a una situación más justa en el reparto que permita una paz más estable. O se mantienen períodos extensos de "paz forzada" bajo el terror . Pero ninguna de las situaciones es correcta, porque la paz que sigue a la guerra la impone solo una parte vencedora, y tarde otemprano (a veces incluso lustros después de creído terminado el conflicto, véase el caso de los Balcanes europeos) se repite de nuevo el recurso a la guerra como venganza de la otra parte perdedora. Como consecuencia, la única paz posible siempre surge cuando no hay ni vencedores ni vencidos. En otro sentido, una paz impuesta por el terror es una violencia contenida, pero no deja de ser una situaciónviolenta, y por tanto nada tiene que ver con la paz.
La paz se da en libertad y en igualdad, o no se da. Lo que es tanto como afirmar que casi no hay paz entre nosotros. Al menos dos tercios de la población humana (para ser optimistas) aún no han conseguido suficientes niveles de libertad e igualdad para considerar posible la paz real y positiva entre ellos, pero además, como la única pazposible es la "global" (nunca sabemos hasta dónde pueden verse involucrados terceros países en las guerras de los otros, pero tenemos dos experiencias de guerras mundiales en este siglo que se nos va), podemos afirmar que el otro tercio que aparentemente se considera viviendo en paz (convivencia democrática, libre, tolerante y justa), está en permanente peligro de perder su pacífica existencia, que portanto no es tan real como se pretende.
Nunca las situaciones injustas engendrarán períodos pacíficos reales, por eso, a veces es preferible la "ruptura", aunque sea dolorosa, que las componendas a medias, porque a la larga se termina imponiendo la violencia frente a la injusticia. No existen puntos finales, perdones generales, olvidos masivos y voluntarios, ni transiciones ejemplares, si loinjusto permanece o no ha sido reconocido y exculpado, único camino de la verdadera conciliación. Y postergar la resolución de estas situaciones (acto de contrición y propósito de enmienda, previo a la absolución, como cualquier otra falta o pecado) se termina pagando a un precio exageradamente alto en términos de pacificación y convivencia. Tomemos los recientes ejemplos de América latina y sus"perdonadas" dictaduras o de nuestra propia realidad social, en la que siempre se airea el posible error del consenso político frente a la ruptura social como una duda que envenena y empaña la transición de la dictadura a la democracia, incluso cuestionando que estemos en una democracia real y no en una permanente transición sin futuro, (de ahí que algunos hablen ya, tras veinte años de democracia, de...
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