Aprovecha cada minuto que dedicas a tu hijo

APROVECHA CADA MINUTO QUE DEDICAS A TU HIJO

Erase una vez un hombre, que a pesar de sus éxitos en la vida, se sentía desorientado. Necesitaba hallar una solución para un problema de cuya existencia no se había percatado hasta entonces. Todo empezó tras la repentina muerte de su mujer, que le había dejado solo con sus cinco hijos. Ambos habían tratado de educar a sus hijos con cariño ydisciplina, según pautas similares a las que sus padres le habían trazado. Sin embargo, nunca había considerado la dificultad que entrañaba compaginar su trabajo con sus labores de Padre, ni el hecho de que su mujer se hubiera visto obligada a sumir la mayor parte de esta responsabilidad.
Estaba comenzando a comprender lo que ella le había dicho en muchas ocasiones. Ahora que pasaba más tiempo con sushijos daba cuenta de su anterior ignorancia. Recordaba las muchas ocasiones en que su mujer le expresaba su frustración porque los niños se portaban cada vez peor. Sin embargo. Él nunca había querido percatarse del problema.
Ahora comprendía lo difícil que había sido la tarea de su esposa y como habría mejorado todo si ambos hubieran colaborado en la educación d sus hijos. Sin su madre paraencubrirlos y disculparlos, su situación se le aparecía en toda su crudeza, y7 se preguntaba con cuanta frecuencia su mujer le había ocultados el mal comportamiento de sus hijos para evitarle preocupaciones o, tal vez, para protegerlos.
Cuanto más los observaba, más evidente resultaba su falta de educación. No parecían apreciar en absoluto los esfuerzos que tanto él como mujer habían realizado, y ensu mirada se reflejaba una profunda incomprensión.
Era consciente de que, debido a sus múltiples ocupaciones, no había iniciado una familia hasta una edad un tanto avanzada, pero nunca había supuesto que su distanciamiento de las generaciones jóvenes fuese tan grande. ¿Eran así todos los jóvenes? ¿Desde cuándo y porque se comportaban sus hijos de esa forma?
A medida que pasaba el tiempo, veíasurgir en su familia gérmenes de problemas graves, de aquellos que uno cree que solo pueden ocurrirle a los demás. Por primera vez le preocupaban ciertas noticias de la televisión y de los periódicos. Todo ello resultaba perturbador.
Trato de olvidar estas ideas, pero, al ver que sus hijos volvían cada vez mas tarde a casa, no podía dejar de pensar en le cada vez mayor número de jóvenes queabandonan su hogar.
Por un momento, so solidarizo internamente con el dolor de las familias que, despersonalizadas en las estadísticas, atravesaban una terrible situación. Quería a sus hijos y decidió hacer algo por ellos. Pero ¿Qué? ¿Por dónde empezar? Considero a du familia con nuevos ojos, y hallo que parecía ser la solución.
“Me he ocupado muy poco de ellos – pensó -. No están suficientementecontrolados ye so no es bueno ni para ellos ni para mí. ¡Lo que necesitan es mas disciplina! ” decidió.
Y era cierto: sus hijos necesitaban más disciplina. De modo que decidió adoptar las mejores medidas que conocía en este sentido. Al principio, se comportaba de la misma manera que había visto hacerlo a sus padres. Cada vez que sus hijos de portaban mal les reñía, les amenazaba, les castigaba olespegaba.
Sin embargo, no obtenía los resultados deseados. Entonces endureció sus métodos. Era agotador, pero el comportamiento de sus hijos parecía mejorar, al menos temporalmente. Sin embargo no sucedía lo mismo con su actitud. Mostraban más obediencia, pero resultaba evidente que en su interior crecía el resentimiento.
No sabía que hacer: sin embargo, siempre que se veía enfrentado asituaciones semejantes en otros terrenos, había logrado una solución. Por tanto, decidió hacer lo mismo que, en tantas otras ocasiones, le había dado buen resultado. Buscar la ayuda de un experto.
Nuestro hombre acababa de presentarse ante el médico, que le ofrecía una taza de café. – No entiendo por qué no logro controlar a mi familia con la misma eficacia que los restantes aspectos de mi vida. –...