Apuntes De Diseño

“FENG SHUI”

En las grandes ciudades, el espacio está dividido por líneas verticales y horizontales que se unen, casi indefectiblemente, en ángulos de noventa grados. Las paredes de todos los edificios de una urbe, por grande que ésta sea y salvo alguna rara excepción, son como enormes fichas de dominó puestas en pie por un gigante: todas perfectamente verticales. Sin embargo, si estamos en laplaya o en la montaña y observamos el entorno, vemos que ahí las cosas son muy diferentes: la arena se ondula suavemente, las rocas forman una superficie absolutamente irregular y el agua del mar, como la del río, por muy tranquila que discurra, siempre muestra hermosas o temibles curvas en su superficie. Los árboles, con sus troncos rugosos o lisos, no respetan el sagrado ángulo recto queprolifera en las ciudades: sus copas se abren en mil ángulos distintos y sus hojas siguen los más diversos patrones en los que difícilmente aparece la recta
Esta diferencia entre un ambiente natural y el que ofrece cualquier ciudad no sólo se aprecia con la vista; la ausencia de silencios, de múltiples aromas y texturas han hecho que los sentidos del hombre pierdan gran parte de la potencia que teníanen sus antepasados. Prueba de ello es el olfato y el oído, increíblemente selectivos, que aún conservan muchos aborígenes que nunca salieron de sus ámbitos naturales.
Desde que el hombre abandonó su contacto con el medio del cual ha surgido como especie, vive inmerso en un hábitat artificial al que no le queda más remedio que adaptarse y pagar por la civilización un alto precio en dolencias,malestares, depresiones, ansiedad, estrés y desasosiego.
El elemento más importante que el ser humano intercambia con su entorno es el oxígeno; gracias a éste quema las sustancias que ingiere y produce energía en forma de calor y movimiento (trabajo de los órganos y los músculos). La tierra, por su parte, no sólo recoge energía solar sino que también produce la propia por medio de diferentes procesos:el movimiento de las mareas y de los ríos, el desplazamiento del magma en el subsuelo, los ciclos vitales de los seres vivos que la pueblan, las corrientes de su atmósfera, etc. Y AUNQUE NO SEAMOS CONSCIENTES DEL EFECTO QUE ESA ENERGÍA TERRESTRE TIENE SOBRE NUESTRO CUERPO Y NUESTRA PSIQUIS, LO CIERTO ES QUE SIEMPRE ACTÚA SOBRE NOSOTROS; unas veces actúa de forma beneficiosa y otras, nociva. Elque sea de una u otra manera depende, fundamentalmente, del tipo de corriente energética que se trate, de la carga positiva o negativa que tenga.
Nuestros civilizados y embotados sentidos no pueden percibir la energía que nos envuelve; sin embargo, si se presencia un eclipse en el campo o en una granja, se podrá comprobar que un rato antes de que comience la ocultación del sol o de la luna, losanimales adoptan una actitud que no es la habitual: se esconden, recogen sus crías y emiten diferentes aullidos para comunicar a sus ¡guales que algo extraño está a punto de suceder. Ellos sí perciben los sutiles cambios energéticos en el entorno y, al no poder explicarlos, corren a sus guaridas para protegerse.
Las civilizaciones primitivas de los cinco continentes consideraron los elementosnaturales como algo vivo e íntimamente ligado a sus vidas. Aún hoy, los indios de muchas tribus a las que apenas ha llegado la civilización hablan del «hermano río», «el hermano árbol» o «la hermana montaña». Se dirigen a los accidentes del paisaje como si fueran Integrantes de una gran familia, como otros hijos de la hermosa y amada Madre Tierra, y les tratan con la misma confianza, respeto yconsideración que ofrecen a los seres humanos.
Las actuales ciudades han crecido alejadas de todo concepto geomántico: en su subsuelo, debajo de nuestros pies, el movimiento de miles de millones de litros de agua potable que circula sin cesar produce corrientes energéticas; gruesos cables de cobre conducen cantidades impresionantes de electricidad para que toda calle y todo hogar encienda sus bombillas...