Apuntes Sobre Lo Onírico

APUNTES SOBRE LO ONÍRICO
HOBBES: MACEDONIO, DELEUZE Y GUATTARI
Gonzalo Aguirre
Revista Zettel, Año II, Número 2

La lectura de Hobbes es ya un clásico casi estandarizado. Hobbes nos hablaría de un hombre malo que, en estado de naturaleza, se encuentra en guerra permanente de todos contra todos: el hombre lobo del hombre. De ese estado de naturaleza lo sacaría un pacto entre la multitudde hombres a favor de un único soberano, el Leviatán. Este soberano no pacta con la multitud, simplemente recibe de ésta su poder.
Ahora bien, quisiera introducir aquí aportes para una lectura de Hobbes que se mueva de este eje, dado que es en torno a él que giran las dos lecturas clásicas de Hobbes. Una, digamos, liberal, a la cual le parece muy mal Hobbes (“malo, Thomas, malo…”); y otra,digamos, realista, a la que le parece muy bien Hobbes, en tanto que desenmascaría todos los “engañapichanga” del discurso liberal acerca del Estado, cuyo adalid sería John Locke.
Dejando en claro que es a partir de esta segunda postura que parte mi lectura, pasaré a especificar en qué sentido ésta se aleja de aquella. Para ello me basaré en ciertas zonas del “Leviatán” que han sido, o bienobviadas, o bien inventadas por la lectura canónica. Me refiero a textos que hacen referencia a la facultad de imaginar, y a textos que en ningún momento hablan del hombre como lobo. Para los primeros textos me apoyaré en consideraciones de Macedonio Fernández y, para los segundos, en consideraciones de Gilles Deleuze y Félix Guattari.

LO ONÍRICO

En su artículo “¿Hay una realidad?,publicado en “No toda es vigilia la de los ojos abiertos”, Macedonio Fernández escribe: “Y según Schopenhauer parece que Hobbes insinuó por primera vez las circunstancias en que una escena quedaría por siempre inclasificable, si real o soñada (…) No he leído el texto de Hobbes porque, conocido para mí como jurista, no lo suponía metafísico”
Acicateado, sorprendido por la anterior afirmación fue que meprocuré el “Leviatán”, de súbito convertido en precursor de la idea de entre, de Heidegger y de punto gris de Paul Klee. Y cual no sería mi sorpresa al encontrar, en el capítulo II (de la imaginación), parte primera (del hombre), textos como el siguiente: “Y aún suele ocurrir que resulte difícil, y en ciertos casos imposible, distinguir exactamente entre sensación y ensueño (…) estando despiertoyo sé que no sueño; mientras que cuando duermo, me pienso estar despierto”
Descubrir en Hobbes esta idea que me gustaría denominar “lo onírico”, es decir la zona entre sueño y vigilia ó, mejor, la imposibilidad de distinguir entre una cosa y la otra, me llevó a repensar su lectura.

DEVENIR-LOBO

Lo primero que constaté en esa relectura es que en ninguna parte Hobbes habla de lobos. Enefecto, sólo Freíd parece desconocer que los lobos viven armónicamente en manada[1], que si de algo están muy lejos los lobos, es de estar en guerra de todos contra todos. A este respecto es muy interesante observar lo que figura en el primer capítulo (de las causas, generación y definición de un Estado), parte segunda (del Estado), dedicado al “por qué ciertas criaturas sin razón ni uso de la palabra,viven, sin embargo, en sociedad sin un poder coercitivo”. Allí Hobbes pone como ejemplo a las abejas y a las hormigas. Bien pudo haber utilizado a los lobos, pero no lo hizo, como tampoco lo hizo a lo largo de todo su libro.
Hasta aquí se nos va delineando un Hobbes que habla de lo onírico y que nunca habría hablado de los lobos. Y, si lo hubiera hecho, de seguro hubiera sido en el sentido delas abejas y las hormigas: sociedades sin Leviatán.
Veamos ahora, entonces, su definición de Leviatán: “…como si cada uno dijera a todos: autorizo y transfiero a este hombre o asamblea de hombre mi derecho de gobernarme a mí mismo, con la condición de que vosotros transferiréis a él vuestro derecho, y autorizaréis todos sus actos de la misma manera. Hecho esto, la multitud así unida en una...