apuntes

Apuntes para la memoria
Una interpretación inicial

Comisión de Reflexión Permanente


Introducción

Del viejo Marx, sí, de quien tanto se dijo y escribió con o sin fundamento, hemos heredado una gran enseñanza: no sólo se trata de interpretar la historia, sino de transformarla. Pues bien, la Comisión de Reflexión ofrece unos Apuntes, en el marco de estas Jornadas Pastorales 2003, tantopara ayudarnos a revisar el paso de Dios en la vida de su pueblo, como para comprometernos con su sueño, su proyecto para nuestra Iglesia particular de Córdoba.
Referirse a la historia, volver a lo que ha sucedido para hacer memoria, es siempre una aventura compleja. Se trata de re-actualizar lo vivido por personas y comunidades, de recordar circunstancias y acontecimientos, a la vez fruto ymotivo de decisiones que nos preceden y explican. Afortunadamente no somos el inicio de nosotros mismos. Nos encontramos en la corriente vital de una “inmensa nube de testigos” (Heb 12,1) y testimonios que configuran nuestra identidad cultural y eclesial. Cada uno de ellos, todos y no sólo los más conocidos, son y serán una página escrita por el Dios trinitario en el libro de la vida.
Además, noolvidamos que somos parte de esta bendita y contradictoria Argentina. La ingenuidad de considerarnos una isla es geográficamente absurdo, históricamente inviable y teológicamente inconcebible. Nos aproximamos a nuestro pasado más reciente en el contexto de nuestro país, y todavía más amplio de América Latina y de la Iglesia universal.
La pretensión de esta contribución es, podemos decirlo, discreta:reconocer claves en el camino pastoral de estos últimos años, que nos ayuden a re-descubrir “el rostro ideal de la Iglesia local que deseamos, podemos y decidimos ser y vivir.” Para concretar este objetivo nos concentramos en algunos acontecimientos y signos del período 1983-2003, por tratarse de una etapa muy significativa para los argentinos en general y para Córdoba en particular.1 Somosconcientes de los límites que afrontamos -tiempo, bibliografía disponible- y de las opciones, siempre tan objetables. Está claro, entonces, que no nos interesa una reconstrucción historiográfica exhaustiva de los hechos, ni la correspondiente valoración crítica. Es, sin embargo, un primer aporte cordobés que seguiremos enriqueciendo y que, seguramente, se complementará con los otros enfoques eiluminaciones. De hecho, el proceso pastoral de la diócesis está en pleno desarrollo.
En la primera parte ofrecemos una relectura interpretativa de algunas “fuentes”; procuramos recoger ideas, afirmaciones, tendencias que, de algún modo, nos descubren rasgos de aquel rostro ideal que buscamos. En la segunda parte, presentamos una especie de “resonancia espiritual” de nuestro análisis teológico-pastoral.Por último, estos Apuntes son una expresión de trabajo eclesial, ya que laicas, una religiosa y sacerdotes acordamos en común una metodología de análisis, la “circulación” de lo reconocido y la redacción final. Ya hemos procedido así en otras ocasiones; nos parece que es un modo evangélico y muy adecuado para toda acción pastoral en nuestro tiempo.


I. Nuestra historia nos habla de Ti

a)Encuentro Nacional de Juventud – Córdoba, 12 Al 15 de Septiembre de 1985

Córdoba fue proclamada por algunos, la “capital de la esperanza” con motivo del Encuentro Nacional de Juventud, albergando a 120.000 jóvenes participantes de toda la Argentina.
El Encuentro Nacional de Juventud se convirtió en un punto de convergencia de otros dos acontecimientos: la preparación a la celebración de los 500años de Evangelización de Latinoamérica, y la designación del año 1985 como el Año internacional de la Juventud.
La convocatoria se realizó desde la Comisión Episcopal ‘Prioridad Juventud’, surgida en Argentina en 1981 y cuya opción pastoral se plasmaba en el lema: “Toda la Iglesia evangeliza a toda la Juventud”.
¿Qué significó este Encuentro para Córdoba?
En primer lugar, un hecho inédito...